Investigadores europeos, entre los que participa el equipo de José María Delgado, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, estudian cómo hacer posible la comunicación cerebro-ordenador con el objetivo de recopilar información o estimular el cerebro sin necesidad de introducirse dentro. Este proyecto de investigación, denominado HIVE (Hyper Interaction Viability Experiments) es el objeto de la reunión que se celebrará a partir del lunes 29 de noviembre, desde las 14.00 horas, en el Centro Cultural Olavide en Carmona (Casa Palacio de Los Briones. C/ Ramón y Cajal, 15). Dicho encuentro se celebrará hasta el jueves 2 de diciembre.
HIVE es el nombre de un proyecto financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea con 23 millones de euros y se engloba dentro del programa Future and Emerging Technologies. Está dirigido por la empresa catalana Starlab y en el mismo participan un total de siete grupos de investigación procedentes de Francia, Alemania, Portugal y España. El proyecto, con una duración de cuatro años, se encuentra en la actualidad en su segundo año.
Según Delgado, uno de los objetivos de este proyecto es el desarrollo de una novedosa tecnología que permita estimular distintos centros nerviosos ubicados en el interior del cerebro, sin necesidad de implantar electrodos intercraneales. La novedad radica en que la estimulación cerebral se hará mediante la generación de campos eléctricos continuos o pulsátiles, pero no a través de campos magnéticos, como se ha hecho hasta el momento.
La idea que mantienen estos científicos es trabajar con la zona superficial del cerebro, la corteza motora, estimulándola o sacando y procesando información, pero sin pasar de la piel y el hueso. Para ello, desde la UPO se trabaja en la puesta a punto de un dispositivo en forma de corona, una máquina que trabaja con 16 electrodos de manera que, jugando con la intensidad de los diversos puntos, puedan estimular el lugar deseado.
La finalidad es poner a punto un sistema de estimulación cerebral no invasivo, susceptible de ser utilizado en pacientes con determinadas enfermedades cerebrales, puntualiza el catedrático. Una vez finalizado el dispositivo que están desarrollando los especialistas de la Universidad Pablo de Olavide, el siguiente paso consistirá en analizar los resultados obtenidos y, en función de ellos, ver posibles usos en diferentes cosas, desde sueño o insomnio, hasta problemas como la depresión, el estrés y alguna enfermedad neurodegenerativa que afecte a la corteza motora.
Uno de los casos de posible aplicación que plantea para el futuro este investigador de la Universidad Pablo de Olavide es el tratamiento de algunos tipos de sordera. En esta línea, el dispositivo desarrollado podría aplicarse dentro de unos años para desarrollar un patrón de estímulo que simule el habla humana o sonidos, para que las personas que no puedan escuchar mediante el oído, puedan obtener la información directamente en su cerebro.
