Mario Alonso Puig: "Yo creo que la alegría es el gozo del alma"

Seguro y cercano, claro y sensato, el doctor y conferenciante Mario Alonso Puig habla con la confianza de quién sabe que todo aquello que dice tiene sentido, y con la única aspiración de hacer del mundo que le rodea algo mejor. Puede parecer fácil, pero en este mundo tan asfixiante e intenso en que vivimos, Mario tiene un aura de serenidad más propia de las grandes figuras de otros tiempos, que de los ídolos de esta generación.

En primer lugar, una persona que primero estudia medicina, ¿cómo acaba dedicándose al tema de las conferencias?

Pues mira, yo no acabo dedicándome a esto, yo empiezo dedicándome. Yo leo un libro antes de entrar en la facultad de medicina con 17 años, escrito por un gran médico español Pedro Ramos Calvo, en el cuál se describe como ya en la Antigüedad se descubrió el poder de las palabras, el poder de la comunicación para generar salud. A mí aquello me impactó tanto que cuando entré en la facultad, busqué dentro del curriculum alguna que hablara de eso, y me di cuenta de que no había ninguna. Entonces me dediqué, por mi cuenta, a leer libros de este campo, a estudiar temas relacionados con esto, porque me parecía que era parte de la formación natural de un médico, y fueron años después, mis enfermos, los que se dieron cuenta de que la forma en que conversaba con ellos les estaba ayudando, dándoles claves para ser felices, y ellos me dijeron que tenía que extender esto más allá de las paredes de un hospital. Y yo al principio no les hice caso, pero una mujer, que había pasado por un gran drama personal, insistió de tal manera que yo empecé a dar alguna conferencia, pero yo seguía centrado en la cirugía, hasta que llegó un punto en que era incompatible la cirugía con dar conferencias. Entonces llegó un momento, tras varios años, decidí dejar la cirugía.

¿Crees que todo puede ser explicado con la ciencia?

No, yo creo que la ciencia puede explicar enigmas, pero no puede explicar misterios. Un enigma es algo que a base del desarrollo científico se puede llegar a entender, un misterio es algo que sobrepasa tanto la capacidad humana de comprensión que no se puede entender. Los misterios no se descifran, se desvelan, en un momento determinado, si estoy en una actitud de acogida y de humildad, puedo tener súbitamente una experiencia de una realidad de enorme profundidad, pero está más allá de la razón, de la mente, de una dimensión distinta.

¿Se puede encontrar la matemática, la ciencia, en todo aquello que existe, o está usted en contra de esa explicación?

Sí, la matemática es un ente de razón, la matemática no existe en la naturaleza, no existen los números como tales, nosotros a una serie de objetos, decimos “son siete objetos”, son creaciones de la razón humana, y son fabulosas porque permiten comprender aspectos de la naturaleza que sino no se podrían comprender. ¿Qué es la verdad? La verdad para nosotros es la coincidencia entre lo que hay en la realidad y lo que nosotros pensamos, entonces la matemática permite entender aspectos de la realidad y relacionarse con aspectos de la misma. Pero de lo que estamos hablando es de un orden metafísico, está más allá de la matemática o de la física, está en un nivel supraracional, y por tanto, la matemática o la física puede orientar, pero no sirve para explicar algo que va más allá de la razón.

¿Somos una mente en un cuerpo o somos un cuerpo en una mente?

Somos, somos, y tenemos una mente que nos ayuda a manifestar unas dimensiones de ese ser, tenemos una dimensión que es corporal que nos permite manifestar otras partes de ese ser, pero lo que somos no puede ser explicado por el cuerpo o la mente que tenemos. Esto quiere decir que aquí es donde se separan dos posturas radicalmente distintas: la que piensa que cuando el ser humano muere desaparece todo lo que es y los que pensamos que cuando el ser humano muere, desaparece su forma, su cuerpo, pero no desaparece su esencia, porque su esencia es inmortal.

Al hablar del somos, es un todo, en eso influye su experiencia médica, el tratar de explicar al hombre como un todo, ¿así lo entiende usted hoy día?

Gregorio Marañón, aparte de haber sido un médico fabuloso, fue un humanista de primer nivel, y cuando ambas cosas se conjugan, nos encontramos con una persona que cuando ve a un ser humano no lo ve como un conjunto de órganos o como un caso curioso, sino como una totalidad a la que hay que acercarse con mucho respeto y con mucha humildad, porque todo lo que creemos que es no refleja para nada la grandeza que representa. Marañón fue un hombre que lo vio, como también la tuvo Juan Rof Carballo, un gran médico gallego.

¿Cree usted que los problemas de salud pueden curarse a través de la mente?

Según la Univerdad de Harvard entre un 60% y un 90% de las consultas a médicos generales en Occidente, tienen relación directa con emociones tóxicas, con pensamientos generadores de tensión y angustia. Esto quiere decir que a lo mejor muchos de estos problemas no se resolverían con mayor equilibrio o serenidad, pero mejorarían, o alguno de ellos se resolvería. Los problemas médicos son multifactoriales, hay veces que se deben a simples mutaciones genéticas propios de la reproducción celular, otras veces procesos de envejecimiento, otras veces por traumatismos, otras veces por contaminación ambiental, bacterias, virus o factores psicosomáticos, y con ellos se forma un cóctel que puede hacernos enfermar. Mejorar el estado de ánimo puede tener un efecto positivo para tratar todo ello. Todo está conectado, cuanto más luchemos contra esos factores, mejor estaremos, por eso los avances de la medicina hay que celebrarlos, y junto a eso, hay que añadir la enorme importancia que tiene en la medicina el equilibro emocional, el entusiasmo por curarse, las ganas de encontrar una cura.

Uno de los principales agentes para enfermar, podría ser el miedo, ¿cómo crees que se puede combatir el miedo?

El miedo está muy mal entendido en general, es imprescindible para sobrevivir; sin ella no habría reconocimiento del peligro, lo que ocurre es que cuando el miedo se convierte en una forma de vivir se producen cambios importantes a nivel hormonal y que generan desgaste en todo el cuerpo. El miedo se vence fundamentalmente con el amor, amando lo que haces, amando a las personas, reconociendo y agradeciendo lo que tienes y no quejándote por lo que no tienes, amándose a uno mismo, apoyándote cuando te has caído, el miedo se vence con pequeños actos de valentía, y sabiendo que el miedo va a ser nuestro oponente toda la vida, pero no nuestro enemigo. El miedo es lo que nos permite ser valientes, no puede haber valentía sin miedo, algo muy distinto es ese miedo que nos bloquea, nos enferma, que yo llamo pánico, sobre todo cuando este miedo está generado y mantenido por pensamientos perturbadores que nosotros mismos generamos, que en el fondo son los que nos hunden.

¿Crees en si es real la “Ley de Atracción”?

Esta ley tiene una cosa que me gusta y otra que me espanta. Me gusta porque para mí tiene sentido que refleje que de algún modo somos imanes. Si eres una persona que estás triste y deprimido, atraerás ese tipo de cosas, pero si eres alegre, ilusionada, es más posible, es más probable, que atraigas elementos positivos. Desde este punto de vista no se ha descubierto nada en esa ley, lo que no me gusta es cuando se presenta al universo como lo que tiene que satisfacer nuestros caprichos “de niñato”, yo quiero ser rico, me voy a ver como rico y el universo me va a dar eso. El universo es más grande de lo que cabe en nuestra cabeza, y yo he leído que “el universo es un mayordomo esperando a que le des instrucciones”, eso es ridículo. El universo muchas veces no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos. Lo que pasa es que lo que necesitamos no nos gusta recibirlo, y por eso, todo lo que sea entender que tú en tu forma de ser atraes una u otra cosa, tiene un cierto sentido, pero pensar que el universo está para pensar caprichos o deseos me parece soberbio y arrogante.

“Las personas necesitan alegría tanto como vestirse, algunas incluso más” ¿Comparte esta afirmación?

Yo creo que la alegría es el gozo del alma. Cuando una persona tiene un alma abierta a los demás y al mundo, transmite alegría, y creo que refleja la necesidad de abrir el alma a los demás, a la vida, a la naturaleza, para experimentar esa sensación tan profunda, que es el gozo, no el goce.

Hablamos del individuo, pero siempre debemos entenderlo dentro de la sociedad, ¿crees que la sociedad limita la proyección de un individuo cuando nace?

Toda cultura tiene un impacto indudable en la persona que nace en esa cultura, lo que no hay que olvidar es que toda cultura está hecha por individuos. La cultura no es un ente ajeno, yo soy parte de esa cultura, ¿qué estoy haciendo yo por mi cultura? ¿Estoy enriqueciéndola o empobreciéndola? Ha habido culturas a lo largo de la historia de la humanidad que han sacado lo peor y otras lo mejor. Culturas, por ejemplo, en ciertos lugares de la India, donde la base era compartir, era apoyarse, alguna isla en la Melanesia donde también esa es la base, hay segmentos, culturas dentro de las organizaciones donde la base es el apoyo mutuo, donde se genera ese apoyo, y otras culturas donde se genera todo lo contrario. Hay que pensar en pequeños oasis dentro del desierto.

Hablamos también dentro de la sociedad, de los líderes, el liderazgo es algo positivo, pero siempre se ha visto en la historia que hay líderes que han sido positivos, y otros negativos, ¿en qué se diferencian esos líderes?

Yo creo que un líder que ha generado un impacto positivo se diferencia de uno negativo depende de lo que tienen en su corazón. Los líderes como Nelson Mandela, su corazón lo único que buscaba era la reconciliación, personas como Hitler sólo buscaba el dominio, el sometimiento. Lo que tienen en su corazón, antes o después se manifiesta, aquellos que valoran realmente a las personas, cuando tengan una posición que les permita ejercer ese liderazgo, lo harán para el servicio de las personas, aquellos que deseen controlar, cuando estén en esa posición se servirán de las personas.

¿Nace o se hace un líder?

Hay personas que nacen con una capacidad de influir más marcada que otra, pero no cabe duda de que esta influencia se desarrolla. Gandhi ejerció la abogacía en Bombay y tenía una paupérrima retórica, pero a base de ir descubriendo injusticias e ir buscando el compromiso con la justicia, influyó al mundo entero. Al final es una conexión tan profunda entre lo que nace uno, lo que hace, lo que se entrena, no se puede decir el líder nace o se hace. Hay personas que se desarrollan más o menos, el líder, el liderazgo es la consecuencia de elegir una forma de ser y actuar en el mundo.

¿Un líder tiene más responsabilidades que una persona que no lo es?

Tiene más responsabilidad porque tiene más capacidad de respuesta, tiene un impacto mayor. Por eso, todas las personas que ocupan, aunque no me gusta decirlo, la posición de liderazgo, tienen una especial responsabilidad, y deben ser conscientes del impacto que se tiene en los demás.

¿Cree que el periodismo es un arma de doble filo?

El periodismo tiene una fuerza espectacular, porque la capacidad de impactar del periodismo es enorme. El periodismo tiene, y lo dice una persona que habla desde la humildad del desconocimiento, nos permite entender lo que está pasando en el mundo, la responsabilidad es mostrarlo, pero no mostrar sólo el aspecto feo, el aspecto que es noticia, sino darnos una expresión, una manifestación de lo que es la realidad del mundo, y esa realidad tiene cosas feas y cosas bellas, cosas dolorosas y cosas alegres. Teniendo en cuenta el valor que le damos a los medios, tener acceso a un espacio más amplio de la realidad me parece que es vital, y por tanto es una gran responsabilidad para el periodista que lo que dice va a tener un impacto clarísimo en la población.

¿No cree usted que habla muy mal de la sociedad española que tenga más repercusión “Kiko Rivera” que usted?

En esto no soy quién para opinar sobre los gustos de los demás, creo que Kiko Rivera es una persona tan digna como los demás, y su vida puede ser tan interesante como la mía para los demás. Es una persona muy mediática y al serlo, atrae mucha gente, yo no le quiero dar más lectura a eso.

¿Cuándo considera usted que se va satisfecho a dormir?

Cuando he hecho algo por alguien. Cuando he hecho algo que ha ayudado a alguien.

La felicidad compensa en altura lo que le falta en longitud. ¿Está de acuerdo con eso o se puede ser feliz de forma continua en el tiempo?

El concepto de felicidad es muy escurridizo, porque se confunde con el bienestar subjetivo, pero tiene sentido lo que dice Frost, porque incluso en lo que es la felicidad entendida en su sentido pleno, el gozo del corazón, es verdad que esos momentos son a veces instantes; entonces me parece que es muy profundo lo que dice, son instantes radicalmente distintos a otros instantes. Yo lo compartiría, sin decir por ello, que hay personas que han alcanzado tal nivel de profundidad en ese misterio que tienen un existencia sostenida de felicidad, pero muchos de nosotros lo que tenemos son instantes de sensaciones de plenitud.

¿Es complejo entonces ser feliz?

Yo creo que todos somos felices pero no lo sabemos, que la felicidad está en nuestra esencia, pero vivimos tan apartados de ella que nos parece super difícil. Me gustan mucho las metáforas, y es como si tuviésemos un sueño en el cual vamos viajando en pos de la felicidad, y de repente abrimos los ojos y nos damos cuenta de que ahí mismo está la felicidad. Es un camino sin distancia, por estar dentro de nosotros, pero al ignorarlo, pero iniciamos este camino tan largo hasta que despertamos.

“El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar el miedo” ¿El hombre ha creado el miedo?

Las personas tenemos necesidad de aventura, no hay aventura sin algo de riesgo. Si todo fuese predecible, esto sería aburridísimo. Buscamos riesgo para experimentar esa sensación de estimulación que es la aventura. Respecto a inventar el miedo, si me gustaría decir lo siguiente: nosotros creemos muy profundamente, sin saber de dónde viene, se llama el ego, la creencia en la separación, y esa creencia es el origen de todo miedo. Cuando nos desprendemos de ello, dejamos de tener miedo porque se siente conectado con todo, no teme a la muerte al saberse inmortal, pero esa profundidad de la persona no la alcanza mucha gente. El otro miedo es buscar el riesgo porque también es buscar la aventura.

¿Es la felicidad una creación humana?

La felicidad no puede ser una creación humana porque es un encuentro. El miedo no existe en esa dimensión tan profunda de la persona, es creación del hombre en cuanto a creación de esta creencia de separación; pero la felicidad pertenece a una creación que está en otro nivel.

Hay personas que no ven todo su potencial, o se niegan a verlo, niegan su personalidad y simplemente se ciegan en que no pueden alcanzar ciertas metas, ¿Qué diría usted a esas personas?

Yo sencillamente les propondría que lean biografías de personas que desde cero, han hecho de su vida un ejemplo de grandeza. Recomendaría muchísimo un libro de Víctor Frank, El hombre en busca de sentido, y se darán cuenta del potencial espectacular que hay dentro de cada persona y que aflora en los momentos más dramáticos.

El libro se titula “El cociente Agallas”, en contraposición con el cociente intelectual, ¿lo invalida?

Yo creo que no, que lo complementa ampliamente. El cociente intelectual se crea en 1912 como un test para intentar descubrir que alumnos podían tener más dificultades intelectuales, a los que había que apoyarlos más. Se ha convertido en un sistema para catalogar. El cociente agallas lo que quiere es poner en valor la valentía, la ilusión, las agallas, la persistencia, la paciencia para expandir las capacidades mentales de las personas. La inteligencia tiene una relación directa con el número de conexiones que establecen las neuronas, este fenómeno llamado “neuroplasticidad” se sabe que se activa desde la ilusión, desde la confianza, levantarse después de los fracasos, el cociente agallas refleja que la fuerza del carácter, el desarrollar esa fortaleza mental y emocional tiene un impacto en el intelecto que ningún test de cociente intelectual o de otro tipo puede en absoluto determinar. En cierto modo, la felicidad nos proyecta a un nivel muy superior al que nos puede permitir la sociedad.

La felicidad nos lleva a experimentar la realidad de una forma radicalmente distinta. Una última pregunta, comparando cociente agallas e intelectual, ¿Bobby Fisher, era un genio, pero tan pronto como ganó el título del mundo de ajedrez se recluyó en sí mismo, fue un huraño? ¿Le faltaba cociente agallas?

La mente del ajedrecista es una mente con una capacidad visual y una memoria visual fuera de lo normal, e indudablemente Fisher mostraba esa capacidad, pero también sabemos que mujeres ajedrecistas que desde pequeñitas sus padres decidieron estimular esas capacidades, ilusionándolas, enseñándolas, no sabría decir en el caso de Fisher, hay veces que hay personas que tienen un tremendo éxito y luego, al mínimo fracaso, se desmoronan, pero para decir que a alguien le falta cociente agallas, jamás lo diría. Este libro lo último que pretende es juzgar, es más una invitación para explorar en uno mismo lo que cree que uno tiene que poner y a lo que uno le falta.