El carnaval de Chipiona tiene momentos en los que se convierte en un gran espectáculo y jornadas como la vivida hoy con todo lo que rodea al pregón oficial así lo demuestran.
Cristóbal Santos se convirtió en las tablas de la plaza de Andalucía en el crítico Alfred Chuscok. Lo hizo para evidenciar esa gran película en la que se convierte cada año la popular fiesta chipionera, un largometraje en el que nada está escrito y en el que cada cual puede sentirse protagonista”.
El crítico vino a mojarse, como los copleros que dicen verdadades como puños. Defendió a los carnavaleros, dejando patende cuánto entregan a esta sociedad, no solo en los días de febrero, y no se olvidó de rendir tributo a aquellos de los que aprendió y junto a los que creció como ‘actor’ de la fiesta, ni de llamar la atención sobre la importancia de cuidar la cantera y favorecer la inevitable evolución y el relevo generacional.
Sobre el evento que hace singular al carnaval de Chipiona, la cabalgata, reclamó al Ayuntamiento que “se le dé su sitio y que sea dignificada y ordenarda debidamente para que sea un espectáculo donde disfrutar”.
El autor y comparsista local convertido en un particular crítico de cine también fue contundente para pedir que se valore lo que aportan las mujeres en el carnaval. “El papel de ellas en la sociedad ha cambiado y no están ahí solo para aplaudir lo que hacen los hombres en un escenario”, enfatizó.
El colofón de la gran pelicula del carnaval de Cristóbal Santos no podía ser otro que con un popurrit en el que se rodeó de un nutrido coro de su gente, niños y mayores, todos a una para abrir las puertas de un carnaval de Chipiona que este año ha incorporado importantes cambios para responder a una necesidad de evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos que vive nuestra sociedad y de afrontar con garantías el futuro.
Faro de Chipiona
