Como viene siendo habitual en el protocolo cofrade, con la llegada del mes de noviembre y coincidiendo con la festividad de Todos los Santos y el día de los Difuntos, las imágenes Mariana se visten de luto.
Una señal de duelo con la que las hermandades de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río, muestran respeto por aquellos que ya no están con nosotros. Tanto es así que la pompa, los colores y grandes joyas quedan relegados a un segundo plano para mostrar una apariencia más compungida donde el protagonismo se centra en la propia belleza gestual de las imágenes.
La Virgen de la Esperanza marinera luce su exquisitez habitual junto a su hijo Jesús el Nazareno, llevando su túnica morada noche de terciopelo de Lyon con sencillo a su Virgen, cíngulo de cordonería dorada y unas potencia y unas potencia de plata de la fundación de la hermandad.
La Santísima Virgen de la Esperanza luce un terno, también de terciopelo de Lyon morado con túnica bordada en oro de principio del XIX ceñido por cinturón elaborado con cordoncillo y hojillas con borlas en dorado. Pecho de tul bordado en hojillas de diseño conventual y encaje de Brúcelas Princesa con aplicaciones en punto de aguja ejecutado a mano.
Como es tradición en nuestra localidad Ilipense, los vestidores/as de nuestras imágenes marianas tienen mucho trabajo por estas fechas debido a la costumbre de vestir a las vírgenes de lutos.
Foto Antonio Rendón Domínguez