El tenista español, Rafa Nadal, se ha impuesto hoy, tras la suspensión de la final en el día de ayer por lluvia, a Novak Djokovic por un parcial de 7-5 y 6-3.
El encuentro llegaba en medio de una nube de polémica por la suspensión de ayer y por el hecho de que unas instalaciones recién renovadas como las de Roma no tengan un techo retráctil que evite estos contratiempos que desde luego no están a la altura de un Masters 1000 de este nivel.
Polémicas a parte, en el foro itálico se presentaban las dos mejores raquetas del tenis actual. Mejor escenario imposible. Tras su último enfrentamiento hace escasas semanas en la final de Montecarlo donde Rafa Nadal salió campeón en unas condiciones personales complicadas para Nole, se volvían a ver las caras en el torneo previo a la gran cita de la tierra batida, como es Roland Garros.
Pues bien, el partido no decepcionó. Con idas y venidas de dominio, desde el primer juego del mismo ambos jugadores demostraron que en este encuentro no se estaba jugando sólo la final de Roma, sino que las repercusiones psicológicas de la victoria ayudarían y mucho al vencedor de cara a afrontar Roland Garros y los siguientes torneos, en los que a buen seguro ambos tenistas se verán las caras.
El primer set fue clave. Rafa Nadal comenzó dominando hasta conseguir el primer break en el quinto juego del partido. Acto seguido, el serbio rompió el saque del español para volver a igualar el partido y, de paso, cambiar la dinámica. En este momento Djokovic comenzó a dominar. No sufría con su servicio y hacía muy largos los de Nadal. Pero enfrente estaba Rafa. Un Rafa que, pese a ser uno de los más grandes, nunca pierde sus señas de identidad y lucha cada bola como si fuera la última sin dar un punto por perdido. Así, con 5-5 en el marcador y 40-15 para el serbio, Nadal sacó su mejor tenis para primero romper el saque del balcánico y después adjudicarse la primera manga.
Tras el primer set, Djokovic dio muestras de su nerviosismo y comenzó a jugar demasiado precipitado intentando acabar por la vía rápida. Esto hizo que perdiera el primer juego del segundo set y que al final del partido acabara con 41 errores no forzados cuando al final de la primera manga sólo acumulaba catorce. Para terminar, con 5-3 para Nadal y punto de partido a su favor, Djokovic cometió una doble falta que hizo que el manacorí reconquistara Roma y recuperara el número dos en la ATP, algo a tener en cuenta de cara a Roland Garros ya que significa no cruzarse con Nole hasta una hipotética final.