ENTRE DIOS Y YO, VOSOTROS
La gran cantidad de correos recibidos por el artículo Entre Dios y yo, publicado ayer sábado, me ha cambiado el rumbo de este domingo que yo pensaba dedicar desde por la mañana a otros menesteres y, desde luego, a escribir de otras cosas. Pero los cientos de lectores que han reaccionado enviándome sus opiniones después de la generosidad que siempre supone detenerse a ver qué digo, merecen esta especie de apéndice en el que entre Dios y yo, están ellos.