El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, ha salido al paso de la polémica que, afirma, ha suscitado el cambio de ubicación de celebración de la Cabalgata de Carnaval a la avenida de Sevilla.
Aparcero ha explicado que los principales argumentos están basados en la seguridad y también que señalado que “el cambio fue acordado de manera con la GRUCA en una reunión celebrada al respecto”.
El primer edil ha señalado que “el cambio tiene pros y contras, pero que existe un informe de la Policía Local del año 2018 en el que se proponía el cambio a la avenida de Sevilla, en ese momento en concreto por la realización de obras en la zona, con el fin de velar por la seguridad de los participantes en el evento y de los demás usuarios de la vía pública”. En el mismo se expone, afirma Luis Mario Aparcero, que la avenida de Sevilla podría ser un buen lugar por tratarse de una vía pública recta, a nivel, con pavimento de aglomerado asfáltico, con suficiente anchura de calzada, sin obstáculos, con acerados anchos y que además no dificulta el servicio de urgencia del centro de salud. Además, apunta, que la nueva ubicación no afecta al tráfico rodado de las vías principales de acceso y salida de la localidad, los pasillos de seguridad para caso de emergencia se pueden establecer en los cruces y se dispone de vías paralelas adecuadas para una evacuación.
El Alcalde desmiente así mismo que el cambio se haya debido a que el proceso de adjudicación de asientos se haya adjudicado a otra empresa, puesto que se trata de la misma que el pasado año.
Por otra parte, Luis Mario Aparcero recuerda que son más de 2.000 las personas que quieren lucir sus creaciones en este evento y ello está asegurado: “La avenida de Sevilla tiene unas ventajas y, aunque no vamos a tener efectivos policiales como en la otra ocasión, contaremos con Protección Civil y pediremos colaboración a la GRUCA para que salga todo bien”. También ha comunicado que se hará control de alcoholemia, se comprobarán los seguros y que los vehículos estén en orden y que los carruajes y carrozas cumplan la normativa de seguridad”.
“Las tradiciones lo son y lo entiendo, pero las cosas cambian y se mejoran y se prueba y, si no funciona, se vuelve atrás. El Carnaval es dinámico y está vivo y permite ese tipo de cambios para hacerlo lo mejor posible”, ha concluido.