La campeona mundial y diploma olímpico del Club Natación Sincro Sevilla repasa lo sucedido en un 2023 para la historia de la natación artística española que invita al optimismo de cara a los Juegos Olímpicos de París. Eso sí, la cita mundialista de Doha en febrero tiene la llave.
-Decimos adiós a un año ilusionante en lo personal.
-Creo que he evolucionado mucho como deportista. Cada año, cada temporada, aprendemos cosas nuevas, y como decía el lema del último campeonato, ‘todo es posible’, la sincro ha cambiado mucho también y a España al final no podemos negar que nos ha venido muy bien este cambio de reglamento, así que con mucha alegría despedimos este año y recibimos 2024 con muchísima ilusión y grandes objetivos por delante.
-El histórico oro en el Mundial de Japón debe invitar al optimismo de cara a 2024.
-Queda menos de un mes para que nos vayamos a nuestro Preolímpico, que será el Mundial de Doha en febrero, en el que tenemos es oro en mente, por un lado, porque queremos volver a repetirlo, y por otro porque nos quedamos a las puertas de recibir también la medalla en equipo libre. Eso nos motiva y también nos da una cierta responsabilidad de querer mantenerlo y el deseo de ir a por más.
-Sin olvidar el bronce en dúo técnico.
-Claro. No nos podemos olvidar de ese otro podio en el Mundial. Esa medalla nos ha enseñado también que todo es posible y que incluso las chinas fallan y se pueden quedar fuera, así que para este Mundial de Doha hemos cambiado cosas de la coreografía y también hemos mejorado y añadido dificultades para ir a por todas.
-En los Juegos Europeos de Polonia ya se empezaron a recoger los frutos.
-Y antes tuvimos la Superfinal de la Copa del Mundo en Oviedo, donde también conseguimos oro en los dos equipos y oro en dúo técnico, así que a los Juegos Europeos, donde estrenamos el equipo libre, ya íbamos esperando tener bastantes buenos resultados. Ahora que el reglamento ha cambiado, hemos entendido que lo importante es hacer en competición justo lo que hemos declarado y ser lo más limpias y correctas posibles en cuanto a ejecución.
-Porque no debe ser fácil estar toda la temporada de concentración permanente con la selección en San Cugat.
-Al principio, cuando era muy pequeña, ya que entré en 4º de la ESO, cuando tenía tan solo 15 añitos, sí que era difícil. Actualmente es muy fácil, el CAR de Sant Cugat es como mi casa, ya he hecho mi vida aquí, en Barcelona tengo muchos amigos y en el equipo estoy superintegrada. Creo que somos un equipo muy unido, las chicas son como mis hermanas, somos una gran familia, y con ellas es muchísimo más fácil, estemos donde estemos, aparte de que nos apoyamos tanto en las buenas como en las malas. Eso es lo bueno de un deporte de equipo: aunque tengas un día malo, las tienes a ellas y nunca te vas a sentir sola.
-Compartiendo experiencia y entrenamientos con Marina García Polo, compañera en el C.N. Sincro Sevilla, debe ser todo más llevadero.
-El hecho de que haya entrado Marina esta temporada ha sido un orgullo tremendo, porque que otra sevillana esté en la selección la verdad que es una felicidad tremenda, para nuestro club y para Andalucía. A Marina la quiero mucho, es una chica y deportista ejemplar y la verdad que estoy muy contenta de haber sido campeona del mundo y de Europa con ella. Y al seguir entrenándome cada día con ella, estamos estableciendo un vínculo muy cercano, porque al final en el Sincro Sevilla apenas tuvimos la oportunidad de nadar juntas, porque ella es cuatro años más chica y cuando yo pasaba de categoría, ella estaba en una inferior. Así que nadar con ella ahora es para mí un lujo y me encanta.
-Y compartiendo al final de la temporada un oro mundial, más…
-Como he dicho antes, haber ganado el oro mundial junto a ella para mí fue un momento de inolvidable. Mandamos una foto al Club y todas las niñas estaban supercontentas. La verdad que han sido momentos inolvidables y me siento muy orgullosa y muy feliz de haberlos compartido con ella.
-Después, apenas habéis tenido vacaciones para preparar un año 2024 de vértigo, con el Mundial de Doha en febrero y el billete para París en liza.
-Entre una cosa y otra tuvimos más o menos un mes de vacaciones tras el Mundial de Japón, que aprovechamos bastante para desconectar sabiendo que 2024 iba a ser un año duro. Pero veníamos ya preparadas mentalmente, ya que al ser año olímpico sabemos lo que es eso la mayoría del equipo, porque lo pasamos con Tokio y entendíamos lo que se venía. Estábamos mentalizadas y preparadas y la verdad que las vacaciones fueron fantásticas y nos dio tiempo a desconectar y descansar para volver a tope y darlo ahora todo en febrero.
-El cambio de aires estos últimos días del año en Lanzarote se entiende que algo ayuda.
-Un cambio de aire siempre viene bien, y más para nosotras, que nos entrenamos muchísimo. Entrenar cada día en el mismo lugar pues al final agota, y al hacerlo en otro sitio, como si estuvieses en una competición, te ayuda a prepararte mentalmente. Además, en Lanzarote el trato que recibimos es fantástico y la gente nos arropa un montón. Y encima está el sol canario también, que es fantástico y hace que Marina y yo nos sintamos un poco más cerquita de casa. La verdad es que estamos muy contentas de haber pasado aquí las Navidades, diferentes pero juntas, porque somos un gran equipo y estamos muy unidas.
-Aunque despediréis 2023 en casa junto a la gran familia del Sincro Sevilla, ¿no?
-Entrenaremos el 31 por la mañana en el CAR de Sant Cugat, que nos abrirá sus puertas al equipo de sincro y la selección de waterpolo. Entrenaremos por la mañana y luego iremos a casa para volver el día 1 por la noche. Serán sólo 24 horas, pero algo es algo y nos tomaremos las uvas con la familia. Nos sentimos afortunadas de al menos darle la bienvenida a un año grande junto a nuestra familia. Y el día 2 ya retomamos los entrenamientos.
-En la cuenta atrás hacia el nuevo año, el deseo apunta a los Juegos Olímpicos de París. No queda otra…
-Obviamente el deseo de París está ahí, pero ahora mismo estamos más focalizados en Doha, porque al final para nosotros es más importante el Preolímpico, clasificarnos, que ir a los propios Juegos. Así nos lo han inculcado y así creo que debería de ser para todos los deportistas. Lo importante es clasificarte y luego, ya una vez hecho, nos concentraremos para los juegos. Pero ahora tenemos la mente en el Mundial y estamos ya contando los días para para irnos, ya que viajamos el 26 de enero. El sueño olímpico de París claro que está ahí, pero antes que nada hay que darlo todo en el Mundial.