En el salón de acto de la docta casa del Ateneo Sevillano, que preside Alberto Máximo Pérez Calero, se celebró una conferencia sobre “Gastronomía popular Navarra y recetas insólitas”.
Esta receta fue impartida por D. José Miguel Valderrama Esparza, presidente del Hogar Navarro en Sevilla.
La presentación corrió a cargo de D. Benito Castellanos Carranza, periodista y escritor. La conferencia que fue acompañada con la proyección de imágenes hiso un recorrido por la Gastronomía Popular Navarra y de un apartado que titulamos “Recetas Insólitas”, que no por raras dejan de tener su importancia y que reflejan un carácter gastronómico muy particular.
Navarra es un mosaico en lo geográfico. Y un mosaico en lo humano. Esa diferencia contrastada de costumbres, climas y tierras, y en consecuencia de cultivos, hace posible la existencia no ya de una "gastronomía navarra", sino de diversas y excelsas "gastronomías". Su diversidad geográfica y agrícola suministra materias primas peculiares y a veces únicas que hacen que Navarra posea una cocina rica y variada de características propias. Un placer para los sentidos en el que intervienen todos ellos: vista, oído, gusto, tacto y olfato puestos al servicio del arte gastronómico. El rojo intenso de los pimientos, el sabor del bosque en forma de caza y hongos, sus carnes autóctonas: ternera y cordero, la textura del espárrago comido con las manos, el olor del vino y el exquisito pacharán. En cuanto al apartado de “Recetas Insólitas” digan lo que digan, es muy difícil encontrar dentro de los elementos del mundo animal y vegetal -eliminados los letales-, algo que, convenientemente tratado, resulte de verdad incomible. Lo que sucede es que el dicho de que «sobre gustos no hay nada escrito», es tanto más válido en gastronomía, cuanto que ésos, los gustos, son varios y diferentes en las distintas partes del mundo, por razones culturales
Religiosas o simplemente de supervivencia. Los aforismos de “Ave que vuela, a la cazuela” y el de: «Todo lo que corre y vuela, es bueno para la cazuela», toma plena vigencia en las recetas que el escritor tudelano, Luís Gil Gómez, recogió en la gastronomía ribereña (1972) y que hoy les detallamos.
Foto Antonio Rendón Domínguez