El delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Chipiona, Javier Díaz Jurado, ha animado a la ciudadanía a sumarse a la iniciativa denominada “La Hora del Planeta” y, en la medida de sus posibilidades, contribuir a rebajar la presión cada día más insoportable que ejercemos sobre nuestro planeta. La localidad se sumará apagando la iluminación ornamental del Faro y el Santuario el próximo día 30 de marzo de 20:30 a 21:30 horas.
La Hora del Planeta nació hace ahora 12 años, en Sídney, como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Apagar las luces de hogares, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora fue la sencilla acción que después articularía un creciente movimiento mundial por el Planeta.
Estamos viviendo una época que está encadenando los años más cálidos de la historia, con prolongadas olas de calor y sequías, fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y desplazamientos de pueblos debido al cambio climático que, además, es ya una de las principales causas de pérdida de biodiversidad. Y nos acercamos a un trienio clave para asegurar un futuro sostenible.
El Acuerdo de París de las Naciones Unidas establece 2020 como fecha límite para empezar a aplicar los compromisos de disminución de emisiones de CO2 en todo el mundo y ese mismo año el Convenio sobre Diversidad Biológica espera que se hayan cumplido alguno de sus objetivos más importantes, como el relativo a que seamos conscientes de la importancia de la biodiversidad –los seres vivos con los que compartimos el Planeta- y las medidas que podemos adoptar para frenar y evitar su pérdida.
Los municipios tienen una gran responsabilidad en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar la pérdida de diversidad biológica: disminución del consumo energético, potenciar el auto- consumo, promover la movilidad sin emisiones, reverdecer las ciudades, limpiar ríos y bosques son medidas que muchos municipios ya están realizando. Y deben informar y sensibilizar a sus ciudadanos para que adopten una forma de vida más sana y responsable con el clima y con el resto de los seres vivos.