En estos tiempos que corren, de bajada generalizada en el consumo, disponer de dos negocios en uno constituye una apuesta, más que sensata, recomendable. Y de hecho, la última feria del sector, la recién celebrada Expofranquicia de Madrid, ha puesto de manifiesto el interés de emprendedores e inversores por negocios con una mayor capacidad de adaptación a las diferentes coyunturas de mercado. Así, no es de extrañar que no pocas cadenas de franquicia estén planteándose acuerdos estratégicos para implantar corners de otras marcas en el interior de sus unidades operativas, que permitan a sus franquiciados alcanzar una mayor facturación.
Una tendencia que no es nueva para la enseña Chocolaterías Valor, puesto que sus establecimientos, que disponen de una superficie de entre 150 y 200 metros cuadrados, cuentan con una tienda independiente, en la que el cliente tiene la posibilidad de adquirir el medio centenar de productos elaborados por la marca, para que de ese modo exista una segunda fuente de ingresos que complemente la facturación mensual. Tiendas para enamorados del chocolate, o para quien busca un regalo original y con clase, en las que destacan sus excepcionales bombones artesanos, piezas exclusivas de chocolate para todos los gustos: clásicos, originales (a la sal, de oliva o Módena), de licor, trufas, así como la novedosa gama sin azúcar.
En este sentido, la experiencia de Chocolaterías Valor, maestros chocolateros desde 1881, está dirigida, por un lado, a los amantes del chocolate, que es una clientela fiel, y por otro, al gran público, que tiene cada vez más la noción de lujo asequible, en palabras del director general de Valor, Pedro López. No nos hemos convertido en la primera franquicia de chocolaterías en España por nada, sino por ofrecer un producto que mimamos desde la semilla, y que es muy asequible. Parte de este éxito se debe sin duda a la preocupación de su central por la facturación de todos y cada uno de los miembros de su red, a quienes se visita personalmente con cierta periodicidad. De hecho, este es otro de los factores que más tienen en cuenta quienes, después de estudiar a fondo el mercado de la hostelería, y analizar detenidamente las distintas marcas competidoras en busca de un concepto en el que invertir, acaban firmando con Chocolaterías Valor. Una cadena que ya al canza las 40 unidades operativas, y cuya filosofía reside en que cada franquicia sea un templo de culto al chocolate.
Como previmos en su tiempo que la gente cada vez más iba a empezar a disfrutar más del placer del chocolate, no tanto por la alimentación como por el propio placer en sí, pensamos en crear un espacio agradable y muy marquista, concluye Pedro López. ¿Por qué emplear la fórmula de la franquicia? Consideramos que en hostelería, y siempre, por supuesto, desde la confianza mutua entre las partes, el ojo del amo engorda el caballo. Y contar con una treintena larga de franquiciados, pendientes de su propio negocio, pero que lleva nuestro nombre, es para nosotros una enorme satisfacción, y para ellos un orgullo: y así nos lo trasladan cada año cuando nos juntamos en las convenciones.
Información Corporativa Chocolaterías Valor es la primera franquicia de España dedicada al chocolate. Desde 1881 hasta nuestros días, Chocolates Valor ha elaborado un gran chocolate de inigualable pureza. La calidad y la distinción que diferencia a Chocolates Valor desde hace más de un siglo es también la esencia de sus chocolaterías.
Para convertirse en franquiciado de la marca se requiere un local de entre 150 y 200 m², con posibilidad de terraza, situado en una población cuyo área de influencia congregue alrededor de 100.000 habitantes, o, si se trata de una localidad turística, que la suma de las poblaciones fija y flotante ronde dicha cifra; y una inversión de entre 180.000 y 200.000 euros, excluido el canon de entrada. Existe un royalty de explotación del 5%, pero no de publicidad de la que se hace cargo la central ofreciendo un kit anual.