El dramaturgo catalán Albert Boadella, fundador del grupo Els Joglars, ha dicho en el programa Ratones coloraos de Jesús Quintero, que emite Canal Sur TV, que prefiere pasar inadvertido y que nadie se acuerde de él en Cataluña porque no serían recuerdos agradables, al menos durante estas generaciones; quizás en el futuro recuerden alguna cosa de un comediante que hizo ciertas transgresiones sobre la propia tribu y al que los de la tribu se lo tomaron fatal.
Preguntado por Jesús Quintero sobre cómo se vive la muerte civil en la tierra propia, Boadella ha contestado lo siguiente: Es algo que no viene de sopetón como a veces ocurre con la muerte física, sino que uno ya va viendo poco a poco cómo lo van enterrando. Por lo tanto, yo lo he vivido bien, porque hay un momento en el cual me he desprendido totalmente de cualquier sentimiento hacia la tierra y los he colocado donde me parecía que valía la pena. No ha sido para mí nada traumático. He seguido viviendo en Cataluña pero desplazándome solamente desde el parking del AVE hasta mi jardín, y de mi jardín al parking del AVE. Prácticamente no paseo por el territorio. Es como si estuviera viviendo en otro país en el cual no tengo ya ninguna relación; casi diría que ni afectiva. Muy pocas de amistad, poquísimas, porque muchas de ellas han desaparecido debido a mi actitud.
Albert Boadella también ha respondido a la cuestión de Jesús Quintero sobre los reproches mutuos entre él y Cataluña: A mí me reprochan que soy un traidor, porque me consideraban un hombre vinculado a la cultura catalana, lo que sin duda es cierto. El humor, la forma como he hecho en principio mi teatro, tiene que ver con este rincón del Mediterráneo, y como me consideraban de los suyos, cuando han subido la puja y yo no he querido entrar en ese juego, me han considerado un desertor. Yo reprocho pocas cosas. Es muy legítimo independizarse, es absolutamente legítimo; les reprocho la inducción a la paranoia. Es decir, ellos el mundo del nacionalismo ha sido inductor de la paranoia a los ciudadanos, una paranoia contra España. Y la paranoia es una patología que es muy fácil de inducir. En Cataluña se ha jugado con esto: una paranoia contra España que no tiene, sobre todo después de la Transición, después de la muerte de Franco, ningún sentido.
El fundador de Els Joglars asegura que no tendría ningún interés en vivir en una Cataluña independiente porque ya le cuesta vivir en la actual: La independencia sería lo de ahora pero multiplicado y no me interesa nada porque la prueba del 9 ya la hemos visto y lo que ocurre. Entonces, esto, multiplicado, es terrorífico. También cree que la mayoría de los catalanes no quieren la independencia de forma consciente, aunque sí hay una mayoría silenciosa que no dice nada y que aceptará las decisiones de los que, por decirlo de alguna forma, llevan el cotarro; ése es el problema.
Boadella ha contado cómo vivió el debate en el Parlamento de Cataluña sobre la petición de suprimir la celebración de corridas de toros: Yo hace años que ya me he acostumbrado. Como ya sabía el resultado, me he acostumbrado a ir a ver los toros a Nimes o a Arlés, como antes íbamos, precisamente desde Cataluña, a Perpignan a ver las películas prohibidas en España. Yo lo vivo de esta forma, pensando que el delirio en el que ha entrado Cataluña no tiene fin. Hoy oyes esto, mañana será pues qué sé yo el flamenco. Ellos quieren desprenderse de todo lo que creen que tiene algo que ver con España. Y eso muestra la ignorancia de los nacionalistas, que no se dan cuenta de que los toros quizás son más catalanes, que salmantinos ¿no? Porque tienen que ver con el Mediterráneo, tienen que ver con el minotauro.