Los gigantes y cabezudos volvieron a llenar este domingo, y por tercer año consecutivo, las calles de Gines de alegría y color en una actividad que sirve de antesala a la procesión de la Virgen del Rosario y Santa Rosalía.
Se trata de una tradición que venía celebrándose en Gines hasta mediados de la década de los 70 y que se recuperó con gran éxito hace dos años por parte de la delegación municipal de Juventud y del Grupo Joven de la Hermandad del Rosario y Santa Rosalía.
En esta ocasión, un total de siete divertidos personajes salieron del Ayuntamiento para realizar un completo recorrido por las calles de municipio al ritmo de tambores y acompañados de cientos de niños y padres. Todo el desfile estuvo marcado por el colorido y el buen ambiente.
Tras este llamativo espectáculo, después de la misa de 18.30 horas daba comienzo la tradicional salida procesional de la Virgen del Rosario y Santa Rosalía por las calles de la localidad, que para la ocasión fueron especialmente adornadas. Este año, los acólitos de la Virgen del Rosario estrenaron las dalmáticas. La Banda Municipal de Gines fue la encargada de acompañar musicalmente a la imagen de la Virgen del Rosario. Por su parte, Santa Rosalía volvió a contar con los sones de la Agrupación Municipal Nuestra Señora de la Estrella, venida desde Dos Hermanas.
Tras realizar el recorrido habitual por las calles Conde de Ofalia, José Antonio Cabrera, Blas Infante, Paseo Juan de Dios Soto y Calle Real, todo en compañía de un gran número de fieles, en torno a las doce de la noche la comitiva hacía su entrada en la Parroquia. Allí permanecerá Santa Rosalía hasta este sábado 17, día en que emprenderá su regreso a la Ermita.
Una vez concluida la procesión, y siguiendo la tradición, se quemaron dos toros de fuego en el Paseo Juan de Dios Soto.