"Cuando el rio suena, agua lleva", ese dicho tan popular y extendido se ha hecho realidad en el caso de Christian Poulsen. Durante toda la concentración en la localidad gaditana de Rota, el "run- run" de la marcha de Poulsen a la Juventus era constante, y finalmente toda esa rumorología ha cristalizado en el fichaje del centrocampista danés por "La Vecchia Signora".
Con la marcha de Poulsen, se acaba un periodo glorioso de dos años, en los que el Sevilla no ha parado de ganar títulos. Con Poulsen en el campo, se obtuvieron una Copa del Rey, una Supercopa de España y Copa de la UEFA, con lo que el fichaje del rubio jugador danés estuvo más que justificado.
Poulsen llegó con la carta de libertad al Sevilla procedente del Schalke 04, donde era el timón del equipo de la cuenca del Rihn. Tras disputar las semifinales de la Copa de la UEFA con su equipo ante el Sevilla y caer derrotado en aquella mítica prorroga y aquél golazo del malogrado Antonio Puerta, Christian quedó maravillado del ambiente que desplegó la afición blanca. Ese fue uno de los motivos que le llevó a fichar por el conjunto hispalense rechanzado jugosas ofertas de Villarreal, Milan o Inter.
Muy rápidamente, Poulsen se hizo con los mandos de la nave blanca, amparado en la confianza que el técnico Juande Ramos le dio nada más aterrizar. Sus compañeros de fatigas iban rotando: Martí, Renato, Maresca, Keita... pero Poulsen era fijo. Su inconfundible melena rubia y su número 6 le hacían poseedor del galardón de "mariscal de campo".
Tras dos años fructíferos, Poulsen se marcha con pena en el corazón, "estoy muy agradecido a la afición del Sevilla, siempre la llevaré en mi corazón, para mí ha sido una alegría haber vivido aquí este tiempo". También para la entidad presidida por José María Del Nido ha sido una operación satisfactoria, ya que tanto por rendimiento deportivo del jugador como por la cuantía de dinero que han conseguido por él, "más que la propia clausula de rescisión" según el club, se puede decir que ha sido una operación redonda.
De esta forma, se rompe el medio centro formado por Poulsen y Keita la temporada pasada. A estas bajas hay que añadir las ya consabidas de Daniel Alves y Kharid Boulahrouz, jugadores del Barcelona y el Chelsea respectivamente. Para paliar estas bajas, ya se entrenan en Costa Ballena los jugadores Lautaro Acosta (centrocampista proveniente del Lanús argentino), Abdoulay Konko (defensa francés del Genoa italiano) y Ndri Romaric (medio centro marfileño proveniente del Le Mans francés).
Se esta a la espera de la llegada del campeón de Europa con España Fernando Navarro y también se está a punto de cerrar la contratación de Squillaci, central del Olympique de Lyon.
Por último, el conjunto sevillista, que se desplazó para continuar su concentración de pretemporada a Costa Ballena, presenta las bajas de Frederic Kanoute con un problema en los adductores, Konko que está en plena recuperación física, Dragutinovic que se entrena a menor ritmo y se está a la espera de la recuperación de las molestías de los centrales Julian Escudé y Javi Navarro, preocupando especialmente la evolución de este último.