Los peritos que investigaron las condiciones en que se produjo el atropello de Benjamín Olalla señalaron ayer que Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito circulaba por la vía a una velocidad similar a los 80 km/h momentos antes del suceso y que, al ver al peatón, aminoró la marcha hasta los 48 km/h en el instante del impacto. Esta es la versión que mantienen los expertos de la Guardia Civil y el técnico solicitado por la acusación particular, mientras que el perito de la defensa del bailaor sostiene circuló todo el rato a 48 km/h, por lo que el atropello se produjo a causa de la mala visibilidad del paso de peatones.
La cuarta jornada ha sido de las más duras para el artista, que al tener que revivir con recreaciones y simulaciones técnicas el momento del atropello se pasó toda la sesión con el ceño fruncido y expresión incómoda. Los expertos pasaron la cuarta jornada del juicio por atropello discutiendo sobre la visibilidad de la vía, el estado del piso, la forma de salir despedido de la víctima, las zonas dañadas del vehículo o la situación del paso de cebra, pero con versiones bastante dispares. La velocidad a la que circulaba el artista es fundamental para determinar la distancia a la que Farruquito se percató de la presencia del peatón en mitad de la vía y, teniendo tiempo para reaccionar, pudo realizar una maniobra evasiva o no, como ha declarado el acusado y su copiloto, que aseguran que el peatón se les echó encima.
Según las pruebas realizadas por la Guardia Civil, si Farruquito hubiera respetado el limite de 40 km/h, habría frenado 27 metros antes de la víctima, y sólo con que hubiese circulado a 76 km/h, podría haberse evitado, explicaron. Los agentes sostienen que el artista se saltó un primer semáforo en rojo, aceleró hasta los 86 km/h y al ver al peatón redujo la velocidad y dio un volantazo a la izquierda para evitarlo, invadiendo el carril de sentido contrario y atropellando a Benjamín a unos 46 km/h. Los datos, a partir de las estimaciones del atestado de la Policía Local, proceden de un simulador informático de accidentes de tráfico en el que se comprueba que, dado que el cuerpo del atropellado salió disparado para delante, el coche frenó, porque si hubiera seguido a una velocidad constante y sin frenar el cuerpo habría ido para atrás por encima del coche.
Similar versión mantuvo el perito de la acusación particular, que basándose también en los datos de la Policía Local poco después del suceso, afirmó que Farruquito conducía entre 80 y 103 km/h, y que, al detectar al peatón a una distancia de 40 metros, la que permite el halo de luz del turismo- intentó frenar e impactó con él a una velocidad de entre 48 y 72 km/h. Ambos coinciden que, de haber mantenido una velocidad baja, el peatón hubiese podido ver el coche acercarse y Farruquito hubiese podido percatarse de su presencia y reaccionar con mayor celeridad.
Las mayores diferencias surgieron del técnico aportado por la defensa, que insistió en que Farruquito llevaba una velocidad constante durante todo su recorrido, 48 km/h, que no había marcas de frenada y que no vio a la víctima hasta tenerla casi encima al estar el paso de cebra mal iluminado y las señales verticales deslucida y tapada por un todo terreno con una altura media de 2.20 metros, aspecto éste recibido con escepticismo por el fiscal al comprobar en revistas especializadas que ningún todo terreno alcanza dicha medida.
La sesión contó también con la presencia del psicólogo que ha examinado a la viuda de Olalla, Ángeles Madero, que aseguró que la mujer padece un trastorno depresivo grave y con síntomas de ansiedad acentuado por la tensión del tiempo que pasó sin conocer la identidad del autor del atropello, la trascendencia mediática del caso y la fama del acusado. Según el psicólogo, Madero se ha visto arrastrada por la presión mediática más que haber contribuido a la misma, como apunto la defensay su patología podría perpetuarse en el tiempo en función del resultado del proceso.
El juicio se reanudará el próximo martes con la declaración del responsable del taller donde se reparó el vehículo siniestrado, las cintas con las conversaciones telefónicas intervenidas a los dos expolicias que trataron de encubrir el accidente y, posiblemente, las conclusiones finales, pudiendo quedar ya listo para sentencia
La defensa de Farruquito no cree que el artista vaya a ir a prisión
El abogado de Farruquito, Benito Saldaña, aseguró hoy que no contemplamos la posibilidad de que mi defendido vaya a ir a prisión, al tiempo que aseguró que su objetivo aunque no me voy a contentar con eso es que la sentencia establezca una pena máxima de do años por los delitos de homicidio imprudente, omisión de socorro y inducción a la simulación de delito, por lo que al no tener antecedentes el artista no pisaría la cárcel.
Tras concluir la cuarta sesión del juicio, la defensa del bailaor se mostró satisfecha con los datos aportados por su perito, que sitúan la velocidad a la que circulaba en el momento exacto del impacto en 48 km/h y atribuye el atropello a la escasa visibilidad del paso de peatones y sus señales verticales. Recordó que ningún testigo manifestó haber visto que el coche frenara antes del impacto, y que sobre el terreno no quedaban huellas de frenada.
En este sentido, Saldaña incluso manifestó la posibilidad de que, al no ser una velocidad muy superior al límite contemplado en esa vía, la calificación de los hechos pase de delito a falta, aunque no precisó que término escogerá finalmente en sus conclusiones finales. Asimismo, se mostró convencido en que la indemnización que corresponde a la viuda será la que fijan los baremos del Ministerio de Justicia para estos casos de atropello, no la de la acusación particular estimada en un millón de euros- - y que sólo sería por el acto mismo del atropello y no por el de omisión de socorro, ya que al ser auxiliada la victima inmediatamente por los viandantes no contribuye a aumentar la gravedad de las lesiones. El letrado se refirió también al informe psicológico de la viuda del peatón, Ángeles Madero, ya que dice que las secuelas dependerán de la sentencia, acusándola de contribuir a la presión mediática concediendo entrevistas a los periodistas. Si es una persona que interioriza los sentimientos, como se ha dicho, no es adecuado salir en los medios estando tan dolida, apuntó.
El abogado comentó que Farruquito también había estado muy afectado durante toda la jornada porque hasta ahora no había visto las recreaciones y simulaciones del accidente, y abogó porque la fama de su cliente no tiene que influir en que la sentencia sea ejemplar, como se está pidiendo en algunos sitios, en relación a la propuesta realizada por la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico, algunos de cuyos miembros han acompañado a Ángeles Madero durante todo el juicio