Aunque era uno de los testimonios más esperados, Ángeles Madero, viuda del peatón atropellado por Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito, no tuvo finalmente que declarar en el juicio que se sigue contra el artista en la Audiencia provincial de Sevilla tras ser rechazado su testimonio por las partes implicadas. A la salida, y mostrar su sorpresa por no haber entrado finalmente en la sala, aseguró que las cosas hubieran cambiado si Farruquito hubiese parado su coche la noche del fatídico accidente y que nunca ha visto arrepentimiento por parte del bailaor.
En declaraciones a los medios de comunicación, Madero explicó que, si hubiera tenido que comparecer, habría dicho la verdad, aunque confesó que la noticia le ha causado sorpresa pero que estaba más tranquila porque tener que ponerse delante de un juez sin haber cometido ningún delito es estresante.
La viuda de Benjamín Olalla relató que hasta ahora no había podido seguir el juicio y la declaración de Farruquito porque, al ser llamada como testigo, no se le autoriza a estar en la sala. Pero sé que ha habido muchas mentiras por la parte contraria y verdades por mi parte, apuntó, agradeciendo no haber tenido que decirle nada al artista porque no tengo por qué hablar con ciertas personas. En este sentido, apuntó entre lágrimas que no conserva en su cabeza ninguna imagen del proceso judicial, sólo la imagen de Benjamín y consideró que el juicio está siendo una batalla ganada por él.
Según los policías que detuvieron a Farruquito, éste confesó que iba a descansar porque en su corazón sabía que ese momento la detencióntendría que llegar en algún momento y que se había quitado un peso de encima, según relató un agente. Para Madero no sé si descansó, pero lo podía haber evitado el 30 de septiembre de 2003, si se hubiera parado todo habría cambiado. Así, subrayó que nunca he visto arrepentimiento, lo he dicho siempre: es un artista que interpreta muy bien su papel, y mostró su confianza en que la juez dicte una sentencia justa, como tiene que ser y que por fin pueda salir a la calle tranquilamente. No quiso referirse a las diferencias que mantiene con los padres de su marido, al ser cosas que tuvieron que haber arreglado entre ellos en su momento, aunque señaló que nunca me interpuse.
Antes de Ángeles Madero, prestaron declaración los policías que participaron en la detención de Farruquito y en las escuchas telefónicas a dos ex policías nacionales de Málaga acusados de intentar encubrir el delito. Los agentes de Asuntos Internos señalaron que en el momento en que tuvieron indicios claros de un delito de atropello en Sevilla, lo comunicaron al juez instructor, que autorizó las intervenciones telefónicas. Por su parte, los policías que detuvieron al artista explicaron que fueron sólo dos o tres personas, que en ningún momento trataron de presionarle para que confesara con amenazas de involucrarlo en asuntos de drogas o decir que el atropello fue intencionado (como aseguró el acusado el primer día). Al contrario, indicaron que se mostró colaborador en todo momento y un poco nervioso, por lo que tuvieron que tranquilizarlo en el camino a la Comisaría, y que al verlos en su casa dijo que en su corazón sabía que ese momento tenía que llegar y que se había quitado un peso de encima.
El último testimonio de la jornada ha correspondido al profesor de la autoescuela donde Farruquito realizó las clases prácticas, quien aseguró que el artista es un fuera de serie conduciendo - - sólo necesitó cinco clasesporque los gitanos están acostumbrados a que con unos 10 años sus padres les enseñen a coger el coche o la furgoneta.
El juicio proseguirá mañana con las pruebas periciales que intentarán determinar la velocidad a la que circulaba el vehículo en el momento del accidente y los informes psicológicos de los familiares del fallecido aportados por la acusación particular.