
Es de todos conocido los efectos positivos de la peatonalización de cascos históricos y centros urbanos. El menor tráfico de vehículos reduce la contaminación atmosférica y la contaminación por ruido. Favorece el tránsito relajado de personas y favorece la actividad comercial. En contra, la excesiva peatonalización de centros urbanos provoca una pérdida de movilidad que afecta a los ciudadanos y visitantes, y se convierte en un factor negativo porque disminuye el número de personas que acceden al centro mediante servicios públicos y reduce la actividad comercial provocando el cierre de negocios.
Un ejemplo: un ciudadano que sea usuario de las líneas de autobús 43, 41 y 40 cuando quiere desplazarse al centro de la ciudad de Sevilla lo más cerca del centro que puede acceder en autobús al centro le bus le deja a 566 metros de La Campana. A esto hay que añadir que cuando se realizan obras, el acceso en autobús se aleja de centro, realiza la parada más próxima del centro en la calle Marqués de Paradas que esta en línea recta a 1.195 metros (1,19 km) de La Campana.
Es necesario planificar, organizar y solucionar los problemas de movilidad de los ciudadanos no generar más problemas.

