Esa sangre veloz de los artistas. "Torrijos también pierde al tenis"
Hay gente que no sabe ni llegar, ni estar, ni irse. Hay gente que nunca sabe que no sabe nunca. Torrijos es uno de esos individuos. Y digo individuo porque la inercia que hoy se estila de llamar señor o señora a todo el mundo, sean quienes sean, la dejo para los que consultan poco el diccionario o aquellos que no han tenido nunca delante, ni por asomo, a la categoría de personas que merecen tales títulos. Torrijos, desde el domingo, no es más que un carnet venido a menos, un carnet comunista con el eufemismo de Izquierda Unida, con las siglas de IU disimulando una raíz totalitaria que en el mundo no ha dado más que sufrimientos humanos. Adolfo Suárez fue un gran conciliador de la historia de España, pero no entenderé nunca porqué se extendió la invitación de vivir en la democracia a los que provenían ideológicamente de regímenes que han cometido crímenes de lesa humanidad. ¿Cuál es si no el expediente atroz del comunismo? Y antes del domingo, Torrijos no ha sido más que un lamentable camuflaje político de varios años -demasiados años- en el que ni él pudo llegar más alto ni Sevilla más bajo. ¡A casa! ¡Ya está bien! ¡Hasta nunca!
