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En dias pasado el Convento de San Leandro abrió sus puertas a una visita guiada que contó con la asistencia de unas 70 personas entre socios y amigos del Ateneo Social y Castrense de Sevilla.
Los visitantes tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones del convento, conocer su historia y admirar su belleza arquitectónica. La visita fue un éxito rotundo, lo que demuestra el interés que despierta este tesoro histórico entre los sevillanos.
El Convento de San Leandro: Un Tesoro Histórico en el Corazón de Sevilla
En dias pasado el Convento de San Leandro abrió sus puertas a una visita guiada que contó con la asistencia de unas 70 personas entre socios y amigos del Ateneo Social y Castrense de Sevilla.
Los visitantes tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones del convento, conocer su historia y admirar su belleza arquitectónica. La visita fue un éxito rotundo, lo que demuestra el interés que despierta este tesoro histórico entre los sevillanos.
El Convento de San Leandro: Un Tesoro Histórico en el Corazón de Sevilla
El Convcento de San Leandro,ubicado en el centro histórico de Sevilla, es un tesoro arquitectónico y cultural que ha sido testigo de siglos de historia. Su importancia radica en su valor artístico, su rica historia y su significado cultural para la ciudad.
Arquitectura y Características Destacadas
El convento se caracteriza por su planta casi cuadrangular y sus tres fachadas exteriores. El acceso principal se realiza a través de un vano en la plaza de San Ildefonso, que conduce a un compás con galerías y columnas. El claustro, conocido como "patio grande" o "patio central", es un espacio romboidal con doble galería de arcos y una fuente poligonal en el centro.
Alrededor del claustro se encuentran las principales dependencias del convento, como la iglesia, la sacristía, la sala capitular, el refectorio y el despacho de la abadesa. La iglesia, construida a fines del siglo XVI, presenta una estructura de cajón con bóveda de cañón y una cúpula semiesférica sobre el presbiterio. En su interior, destacan un magnífico cancel de 1729 y diversos bienes muebles de gran valor.
Historia y Legado
El Convento de San Leandro tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando se estableció un monasterio de agustinas en un paraje extramuros de la ciudad. Tras sufrir numerosos pillajes y asaltos, el convento se trasladó al interior de las murallas, estableciéndose finalmente en su ubicación actual en el siglo XIV.
A lo largo de los siglos, el convento ha experimentado diversas remodelaciones y ampliaciones, lo que ha enriquecido su patrimonio arquitectónico y artístico. Durante el siglo XIX, a pesar de los acontecimientos políticos y revolucionarios, el convento sobrevivió gracias a las exiguas dotaciones del Arzobispado y, sobre todo, a la venta de las famosas "Yemas de San Leandro” un dulce tradicional cuya receta se remonta al siglo XVI.
Su importancia radica en su valor artístico, su rica historia y su significado cultural para la ciudad.
Arquitectura y Características Destacadas
El convento se caracteriza por su planta casi cuadrangular y sus tres fachadas exteriores. El acceso principal se realiza a través de un vano en la plaza de San Ildefonso, que conduce a un compás con galerías y columnas. El claustro, conocido como "patio grande" o "patio central", es un espacio romboidal con doble galería de arcos y una fuente poligonal en el centro.
Alrededor del claustro se encuentran las principales dependencias del convento, como la iglesia, la sacristía, la sala capitular, el refectorio y el despacho de la abadesa. La iglesia, construida a fines del siglo XVI, presenta una estructura de cajón con bóveda de cañón y una cúpula semiesférica sobre el presbiterio. En su interior, destacan un magnífico cancel de 1729 y diversos bienes muebles de gran valor.
Historia y Legado
El Convento de San Leandro tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando se estableció un monasterio de agustinas en un paraje extramuros de la ciudad. Tras sufrir numerosos pillajes y asaltos, el convento se trasladó al interior de las murallas, estableciéndose finalmente en su ubicación actual en el siglo XIV.
A lo largo de los siglos, el convento ha experimentado diversas remodelaciones y ampliaciones, lo que ha enriquecido su patrimonio arquitectónico y artístico. Durante el siglo XIX, a pesar de los acontecimientos políticos y revolucionarios, el convento sobrevivió gracias a las exiguas dotaciones del Arzobispado y, sobre todo, a la venta de las famosas "Yemas de San Leandro” un dulce tradicional cuya receta se remonta al siglo XVI.
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