La Algaba estuvo viviendo un hecho histórico: la Salida en Procesión de Rogativa de la imagen del Santísimo Cristo de la Estrella para pedirle que acabe este periodo de sequía.
El antiguo crucificado de la Estrella de La Algaba partió por las calles del municipio sevillano en rogativa por la lluvia, como ya hicieron los vecinos con esta valiosa talla a mediados de los 90 y 80 del pasado siglo y también con la sequía como protagonista. La procesión, que atiende a la solicitud de "vecinos de la Villa, agricultores y ganaderos", tiene como finalidad "pedir la mediación divina para que se nos conceda el don de la lluvia y termine esta grave situación que padecemos".
Este culto externo, fue organizado por la comunidad parroquial Nuestra Señora de las Nieves, con el sacerdote Gonzalo Salvador Fernández al frente una vez finalizada la misa, y la imagen procesiona en unas andas cedidas para la ocasión por la hermandad de la Vera Cruz.
"Al igual que los cofrades, cuando realizamos la estación de penitencia, tenemos nuestras propias intenciones, ahora también pedimos todos, pero por un único motivo. Es una manera de unirnos para llevar una intención colectiva". Así lo esgrime el sacerdote de la citada parroquia. No en vano, "La Algaba, tradicionalmente, se ha manifestado de esta forma y con esta imagen tan querida", añade.
"No es un acto mágico sino un acto de fe, en el que pedimos al Señor que interceda para que cuanto antes vengan estas lluvias que tanto necesitamos todos y también el campo", subraya el sacerdote.
La idea se fraguó hace algunos meses, si bien no fue hasta febrero, "y sobre todo tras la Semana Santa", cuando ha cobrado fuerza. "Muchos particulares se han ido acercando a mí -e incluso asociaciones- para proponer esta procesión de rogativa", detalla el párroco de Las Nieves. "Desde principios de año ya me llegaron voces en torno a esta posibilidad, que acogí con agrado, pero no quería que fuera una decisión precipitada, cuestión de tres o cuatro".
Al tratarse de una imagen parroquial y que no es titular de ninguna hermandad, un culto externo de esta naturaleza solo requiere de la aprobación del rector del templo, quien está convencido de que los vecinos "arroparon en todo momento a su imagen" a tenor de lo que "estoy percibiendo en el día a día y también en las redes sociales". El Crucificado se ubica en el retablo de la capilla del Sagrario y está acompañado por una talla de la Virgen y otra de San Juan, conformando así un calvario.
En cuanto al recorrido en cuestión, el cortejo partió desde el templo por la puerta que da a la Plaza de España para tomar por la calle Párroco Luciano Fernández y alcanzar el Parque de San Sebastián, donde se leyó la oración de rogativa. El itinerario de vuelta contempla las calles Rosa, Clavel, Doctor Fleming y Antonio Freire, antes de la entrada de nuevo en la parroquia.
Como curiosidad, la última vez que esta venerada imagen procesiona en rogativa por la sequía, en 1993, lo hizo por el interior del templo ya que ese mismo día llovió en la localidad.