Paseando por el centro de Edimburgo, nos encontramos con el Museo Nacional de Escocia.
El Museos Nacionales de Escocia es un organismo público del gobierno de Escocia, que se encarga de la gestión de los museos nacionales de Escocia. Los NMS custodian importantes colecciones de ciencias naturales, artes decorativas, culturas del mundo, ciencia y tecnología, así como sobre historia y arqueología de Escocia. La entrada a la mayoría de los museos en Escocia es gratuita.
No sabríamos ni por dónde empezar. Por poneros algunos ejemplos, tan pronto podemos estar bajo el esqueleto de un enorme dinosaurio como delante del mítico Lewis Chessmen, el mayor conjunto de piezas de ajedrez medievales del mundo. Los fans de Harry Potter estarán familiarizados con él, ya que sirvió de inspiración para que J. K. Rowling creó el ajedrez mágico.
A pesar del aire moderno que el edificio tiene por fuera, su interior esconde una estancia que siempre me detengo a contemplar: la Gran Galería, con su techo alto que da una sensación de luminosidad y espacio como casi ningún otro interior. Cuando paseo por aquí siempre pienso que la Gran Galería da al museo un aire de Catedral y por supuesto, no puedo resistirme a hacer unas cuantas fotos.
El museo más visitado de Escocia nació gracias a la unión de dos instituciones contiguas, el Museum of Scotland y el Royal Museum.
Si te fijas, desde el exterior podrás apreciar la clara diferencia entre ambas: la estructura del Museum of Scotland, alzado en 1998, es moderna, mientras que la del Royal Museum, construido en 1861, muestra una fachada victoriana.
Te contamos esta anécdota porque, cuando comiences a explorar el Museo Nacional de Escocia, no tardarás en desembocar en su sala más sorprendente: la Grand Gallery, un enorme vestíbulo de hierro fundido con un techo de cristal que inunda el museo de luz natural.
Este precioso espacio es uno de los legados del Royal Museum. Tras una espectacular renovación en 2011, hoy en día el National Museum of Scotland se ha convertido en uno de los tesoros de Edimburgo.
El museo está dividido en cinco grandes secciones, que a su vez están distribuidas a lo largo cinco niveles: Naturaleza, Culturas del mundo, Arte y diseño, Ciencia y tecnología y Escocia.
Te encontrarás cara a cara con personajes como Mary, Queen of Scots, verás de cerca la infame guillotina The Maiden, que decapitó a más de 150 personas en el Edimburgo del S XVII, revivirás episodios como la trágica masacre de Glencoe o los alzamientos jacobitas, descubrirás la era industrial en el país…
No te marches de esta zona sin acercarte a conocer los Lewis Chessmen, el ajedrez de la isla de Lewis, las piezas que verás expuestas se hallaron en Lewis en 1831, pero se cree que se tallaron en el S XII – XIII.
Tras viajar por Escocia y su historia, sigue explorando el museo y seguro que encontrarás algo que te llame la atención entre sus más de 10. 000 tesoros.
Entre ellas una de las piezas más populares del Museo Nacional de Escocia encontrarás desde el relicario de Monymusk, un pequeño cofre que se dice que fue portado por Robert the Bruce en la Batalla de Bannockburn, hasta la famosa oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, en el vecino pueblo de Roslin.
Podrás ver maquinarias, como una locomotora que se pone en marcha un par de veces al día, antiguos modelos de barcos y un auto viejo muy antiguo también, no puedes perdértelo, los esqueletos de dinosaurio, monedas de la época vikinga, incluso la réplica de varios coches de fórmula uno.
También la Piedra Rosetta, es una de las grandes joyas del museo, una gran piedra de granito negro que data de 196 a.C. y hallada en 1799 en el Delta del Nilo. La importancia reside en que el texto que muestra está piedra hay inscrito tres escrituras - jeroglífica, demótica y griega - lo que permitió descifrar la escritura jeroglífica
Y es que algo que nos encanta del Museo Nacional de Escocia es que no solo informa, sino que, además, invita al visitante a ver, tocar, jugar y disfrutar.
A los niños también les encantará la sección de Naturaleza, donde animales de todos los tiempos y rincones del mundo pueblan las salas y techos.
Una última curiosidad del museo: fíjate en el Millenium Clock Tower, un intrincado reloj animado que, con cada hora, embelesa (¿o inquieta?) a los visitantes con un espectáculo donde grotescas figuras muestran lo mejor y lo peor del siglo XX.
En el interior del museo hay siete plantas, cada una de las cuales corresponde a una determinada época histórica.
Primera planta: se exponen obras sobre los primeros habitantes del país durante la prehistoria, llamando la atención el fósil del reptil más antiguo del mundo conocido como “Lizzie”.
Segunda planta: se ofrecen muestras desde el año 900 hasta el 1707, con objetos representativos del origen de la nación, como también de sus personalidades más destacadas.
Tercera planta: se basa en el período que va desde 1707 hasta el siglo XIX.
Cuarta y quinta planta: se expone el crecimiento del imperio y la etapa de la industrialización (con muestra de máquinas como locomotoras, barcos y automóviles).
La sexta: llama especialmente la atención por estar dedicada a la galería del siglo XX y ofrecer objetos representativos de los últimos cien años. Un ejemplo de ello es la guitarra Fender elegida por el político británico Tony Blair, o la reconocida oveja Dolly, la que fue clonada y hoy se expone disecada en el museo.
Séptima planta: es posible acceder a una terraza repleta de flores que ofrece un lugar de esparcimiento con hermosas vistas de la ciudad
El Museo Nacional de Escocia fue inaugurado en 1998, alberga más de 10.000 objetos, entre los que se incluyen un sinfín de obras de arte, joyas y armas.
Fotos Antonio Rendón Domínguez