"Los caballeros las prefieren muertas", es la última novela de la escritora gaditana que sale este jueves 29 de septiembre al mercado con la editorial Algaida. Sesenta años después de la misteriosa muerte de Marilyn Monroe, Carmen desvela muchas claves de una mujer que se convirtió en "incómoda".
Entrevista con Carmen Moreno.
El 4 de agosto se cumplieron 60 años del enigma Marilyn Monroe y no se le está haciendo demasiado caso en España, ¿no le parece?
España se caracteriza por tener una memoria escasa y selectiva. Marilyn no es española, por lo tanto, no nos toca demasiado. Sería diferente si fuera una youtuber y se hubiera ido a vivir a Andorra.
¿Por qué escribir sobre los hombres que rodearon a Marilyn y no sobre ella?
Porque para entender su muerte hay que revisionar sus relaciones. Marilyn Monroe fue una mujer extraordinariamente inteligente y tam- bién confiada. Necesitaba creer en el ser humano, eso le costó la vida.
¿Dice que era «extremadamente inteligente» pero no sabía elegir?
Marilyn fue la única capaz de plantarle cara a la Metro. Cuando creyó que no la trataban con el respeto que cualquier actriz merece, rompió el contrato y montó su propia productora. No se conformó con hacer una película casera, con gente cercana. Era una mujer muy ambiciosa: se fue a Londres, contrató a Laurence Olivier y rodó El príncipe y la corista. Un éxito de crítica, pero nefasto para su maltrecha salud mental. Era muy inteligente, pero emocionalmente estaba rota.
Los Kennedy son algunos de los hombres que no salen bien parados en su novela, ¿no cree que JFK fue un gran presidente?
Me temo que no puedo responder a esa pregunta con un sí o un no. JFK hizo cosas bien, por supuesto, pero era un gran impostor. Un im- postor que jugó bien sus cartas en un principio y, más tarde, no supo medir sus fuerzas. La primera en caer fue Marilyn. Él no tardó mucho más. Además, no tengo especial cariño a los republicanos. Trump lo es, ¿no? Lo cierto es que Kennedy ya no podía dar marcha atrás con los derechos de los negros, sin embargo, pisoteó a las mujeres, mintió, amañó unas elecciones para ser presidente, se apoyó en Hoffa y Giancana para llevar su mandato a buen puerto... No me gustaría tener un presidente de esa catadura moral, sinceramente.
Lo que sí muestra es cierta simpatía por el grupo de cineastas perseguidos por aquella caza de brujas.
Marilyn lo supo ver muy bien. Ella no estuvo perseguida, sí su segundo marido, el dramaturgo Arthur Miller, y no quiso alejarse de él por miedo a ser señalada, ni mucho menos. Ella sabía que si unos perseguían a los otros porque intentaban «convertir a América en un país comunista», el peligro no venía de los perseguidos, a los que, por otro lado, jamás había oído hablar de política (o sí, pero siempre en reuniones de amigos), sino de quien quiere acallar a los que no han hablado.
CARMEN MORENO (Cádiz, 1974).
Se licenció en Filología Hispánica y tiene un máster en edición por la Universidad de Salamanca. Ha trabajado como gestora cultural, editora y jefa de cultura del Ministerio de Igualdad con Bibiana Aído.
Como autora ha publicado varios libros de poesía, novela y el ensayo ficcionado Sin habitación propia, con el que ha participado en diversos talleres y exposiciones por Andalucía.
Su obra ha merecido diversos galardones tanto a nivel nacional como internacional, destacando el Premio Internacional de Poesía de la Orden de Quevedo.
Comprometida con las reivindicaciones y los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI, en la actualidad se encuentra inmersa en acciones formativas en colegios e institutos.