La del 14 de agosto de 2020 no era una noche cualquiera para Juan Mellado Poza. Era la noche esperada, aquella a la que lo llevaban su orígenes bodegueros, el permanente compromiso con su tierra y su amor por todo lo que tiene relación con Cuba, pero también el hecho especial de la conmemoración de las bodas de oro del Festival del Moscatel.
El profesor, periodista e investigador ha dejado para la historia una exaltación de auténtica altura, un pregón de ida y vuelta que nos descubría el devenir de esos vinos que cruzaron el océano con los primeros navegantes hasta Cuba y otros enclaves americanos y que recibieron reconocimiento luego en los siglos XIX y XX por el pujante comercio de empresas señeras como Florido y Compañía y Florido Hermanos.
El pregonero, que fue presentado por Joaquín Cordero Naval, dejó muestras de su profundo conocimiento de los poetas que a lo largo de la historia han cantado al vino, especialmente del Joaquín Márquez, recientemente desaparecido y, probablemente, quién más y mejores versos ha dedicado a ese exquisito y singular elixir que es el moscatel de Chipiona.
Fiel a otra de sus pasiones, Juan Mellado quiso que sus reflexiones fueran acompasadas musicalmente y, para ello, contó con la brillante participación de personas que le son cercanas: Mercedes Gil, Manuel Cerpa, Tamara Manrique, Pepe Pinto, El Chispa, José Antonio de los Santos, Antonio Martín y Mari Pepa de Barbate, que ofreció al finalizar un recital de copla.
Al acto, que estuvo muy concurrido a pesar de las circunstancias derivadas de la pandemia que vivimos y que contó con todas las medidas de seguridad, asistió la Cónsul de Cuba en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Mellilla, Irelia López Díaz.
El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, y la delegada de Fiestas, Isabel María Fernández, felicitó a Juan Mellado por un pregón que ha estado a la altura de una celebración tan importante como el 50 aniversario del Festival del Moscatel.