Othmane Bouksin tiene 27 años, es de Marruecos y llegó a España desde Casablanca hasta el Puerto de Santa María siendo menor. No hablaba el idioma , las hijas de la Caridad le ofrecieron la oportunidad de formarse en el centro El Pino en Hostelería.Después de muchos años trabajando ahora tiene su propio negocio y en su bar, “Jamátelo”, ha contratado a otro joven de 18 años, Ismael, que también se ha formado en la escuela de Hostelería El Pino.
Mariana Florina Golanu, tiene 19 años, es rumana, desde los 12 hasta los 18 estuvo tutelada en el Hogar San Antonio de Padua. Ahora estudia estética, quiere montar su propio local.
Ramón Montaño Ortiz Mata tiene 23 años, es sevillano y también ha vivido en un centro tutelado. A partir de los 18 ha tenido que buscarse la vida sin permitirse el lujo de cometer errores.Estudia y trabaja, ha vivido en dos países,ha aprendido árabe, francés e inglés. Ha creado la asociación “Creciendo ahora” para tender una mano a todos los jóvenes de 18 años que salen de centros tutelados y deben buscarse su sitio en el mundo. Él es el Presidente, Mariana la secretaria.
Cada chico que ha pasado por ACCAM (Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor) en estos veinte años de vida ,tiene una historia. Más de 600 jóvenes, más de 600 vidas con nombre y apellidos. Para celebrar los XX años de esta asociación se están celebrando una serie de actos. En el Colegio de Abogados de Sevilla compartieron sus vivencias. También participaron Cristina Gómez, que lleva doce años trabajando como psicóloga en el Hogar Santa Isabel de Sevilla y Miguel Andreu, padre de una familia colaboradora con el Hogar San José de la Montaña. El Presidente de ACCAM,José Antonio Soto Mellado, hizo un repaso de estos "20 años acogiendo". En Andalucía más de dos mil menores se encuentra en centros de portección a menores.
La fiscal de menores, Marta Valcárcel , en primera fila ,escuchaba conmovida los testimonios. La infancia , la patria de cada hombre, ese lugar que se sueña como un paraíso puede llegar a ser un infierno a veces. Hay personas que luchan y se entregan para tender puentes hacia otra vida . A veces lo hacen sin medios pero siempre con una gran profesionalidad y en el marco legal . Calidad y calidez en la atención es su lema . Mari Luz, a sus 75 años, ya jubilada, levantó la voz para recordar que “nunca nos callaremos para luchar por ellos, muchos salen adelante pero lo más triste es no poder ayudar a más por falta de medios económicos”.