Juan José Padilla se despidió de Jerez, su tierra natal, a lo grande, saliendo por la puerta Grande y tras brindar su último toro a sus padres. Junto a él , viviendo esta tarde tan emotiva, sus paisanos y seguidores. Y tras triunfar y abrir la Puerta Grande fue uno de sus hermanos quien lo sacó a hombros.
La tarde no podía tener más interés, ya que la despedida de Padilla, conocido popularmente como “EL ciclón de Jerez” coincidía con la vuelta de Morante y completando el cartel Manzanares.
Padilla besó el suelo de su plaza y lució la bandera pirata gigante que se ha convertido en un símbolo y además recibió como regalo una gigantesca barra de pan, ya que fue su primer trabajo. Su padre era panadero y trabajaba con él en la panadería. Luego repartía el pan entre las clientas y fue así como conoció a su mujer, Lydia, cuando era una niña de 14 años. La pequeña de una familia numerosa, a la que regalaba un bollito de pan cada vez que llegaba a su casa.
Entre todos colgaron el cartel de “No hay billetes”. Una tarde con un sentimiento especial para un hombre que ha llevado a su tierra por todo el mundo, y que tras el gravísimo accidente sufrido en Zaragoza que le costó la pérdida de un ojo. Con esa capacidad para convertir la adversidad en oportunidad.
Tras 25 años en los ruedos, Juan José decidía a finales del pasado año que esta sería su última temporada. Un hombre querido y respetado dentro y fuera de los ruedos. Es además un gran aficionado al flamenco y entro sus grandes amigos se encuentra el cantante David de María.La música en general es otra de sus aficiones.
Casado con Lydia Cabello es padre de dos hijos, Paloma y Martín, que no ha seguido sus pasos taurinos pero que juega al fútbol y es un gran deportista