El magistrado destaca el funcionamiento eficaz de la justicia actual a pesar de su antigüedad y lentitud, “tenemos una justicia del siglo XIX para unos delincuentes del siglo XXI”
En el marco del foro “Diálogos por Andalucía”, organizado por la Asociación Territorial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental, Cándido Conde-Pumpido, Magistrado del Tribunal Constitucional, ha ofrecido una conferencia bajo el título “Justicia contra la corrupción”, donde ha expuesto cual es el estado actual de la lucha contra la corrupción por parte de la justicia y de qué forma se debe actuar.
Durante el foro, que tuvo lugar en el Hotel NH Collection Sevilla, el magistrado se mantuvo optimista respecto al funcionamiento eficaz de la justicia, pero se mostró disconforme con su antigüedad y lentitud. Entre sus propuestas de mejora, enunció lo que para él son los siete mandamientos contra la corrupción: una legislación eficiente, prevención eficaz, investigación minuciosa y exhaustiva, especialización judicial y fiscal, cooperación internacional, sanción penal contundente y confiscación de beneficios.
Para el que fuera fiscal general del Estado, la corrupción es en realidad el fruto de considerar la política como la continuación de los negocios por otros medios, señalando el “inmenso coste económico para los ciudadanos”, pues según un informe del Parlamento Europeo, cada año se pierde en la Unión Europea aproximadamente un billón de euros de fondos públicos debido a la evasión, los fraudes fiscales y otros fraudes relacionados con la corrupción, lo que equivale a más de cuatro veces el importe destinado a la educación en la UE.
Durante su intervención afirmó que es cierto que los casos que llegan a la justicia son sólo la punta de un iceberg, pues “la mayor parte de la corrupción está sumergida”. Sin embargo, se produce el efecto paradójico de que, cuanto más se lucha contra la corrupción, al aflorar muchos casos fruto de la investigación penal, se genera en la opinión pública la percepción de que, aparentemente, la corrupción aumenta.
Se trató de una conferencia clara y concisa sobre uno de los temas de mayor importancia social en la actualidad, pues la corrupción se ha convertido en una de las mayores preocupaciones y amenazas de los ciudadanos, preocupación “plenamente justificada” porque la corrupción amenaza la esencia de la democracia y la base de nuestra organización social. Además, atenta contra el orden económico, contra la transparencia del mercado y contra la libre competencia y constituye un obstáculo para el crecimiento y el desarrollo social y político de las sociedades. “No significa que en la actualidad haya más corrupción, sino que ahora la población se ha concienciado contra ella. No se puede decir que hoy haya más corrupción que antes, lo que pasa es que antes no se veía, no se luchaba y no había medios”.