La Plaza de Toros de la villa Ilípense lista en su totalidad y dispuesta para abrir sus puertas después de 9 año consecutivo sin poder dar toros por el deterioro y el mal estado que venía arrastrando el coso Ilípense. Da gusto visitar un pueblo de la Vega que dista de Sevilla 14 Kilometro y contemplar una coqueta plaza de almenos1.800 localidades, que se reinauguraba después de varios años cerrada y apreciar una novillada sin picadores, con entrada a precios populares y asequible, que se puso el cartel de ?No hay billetes?. Francamente ilusionante comprobar los detalles y evolución de la cantera taurina, de chavales con mucha voluntad, algunos con menos destreza, poco oficio otros, pero quizás este matiz sea poco revelador, si tenemos en cuenta lo complicado que está este mundo para que esos chavales toreen sin que les cueste el bolsillo a sus padres y mentores. Aliciente había para acercarse en una tarde soleada al coso Ilípense, pero quizás el juego del ganado (uno del Parralejo, dos de Rufino, uno de Agustín Lunar, uno de la Virgen María y otro de Hnos. Expósito) haya deslucido el papel de los actuantes, que con sus virtudes y defectos, la tarde ha tenido fundamento positivos para ser optimista . Con una más que presentada y cuajada novillada, para seis de los novilleros sin caballos más destacados del escalafón novilleril del momento, por la empresa Toros del Condado, por la reapertura de la Plaza de Toro de Alcalá del Río. El novillero Jesús Álvarez de Camas (Sevilla), tras una estocada fue recompensado con una oreja. David Martín, tuvo momento de mucha templanza, le dieron dos orejas. Emilio Silvera de Huelva, tuvo un novillo manso y complicado aplauso. Adrián Grande de Jodar (Jaén), mato de una estocada algo tendida y dos orejas, tuvieron el justo precio. Juan Márquez de la Algaba (Sevilla) gustó toreando al natural y tuvo momentos buenos con la mano derecha con un novillo noble, dos orejas fueron su premio. Carlos Corradini de Sevilla, demostró que tiene capacidad lidiadora, tras una media estocada en su sitio fue premiado con las dos orejas.
Fotos Antonio Rendón Domínguez