
En Julunggul hacemos cualquier diseño de formas sencillas y limpias, a partir de la seda, aunque nuestra prenda más emblemática es el chal o foulard. Es reversible; por un lado es de seda estampada y por el otro, de lana fina o viscosa de un color vivo. También hacemos faldas tipo pareo, blusones, vestidos sueltos por encima de la rodilla, a veces ajustados por un fajín, y para el invierno estamos preparando chales con mohair, forrados con seda estampada o lisa.
Pero como la imaginación de Julia Munilla vuela pareja a los tiempos que corren, donde hay que aprovecharlo todo, ha empezado a utilizar los restos de estas luminosas sedas para confeccionar fajines, antifaces para dormir, presentados con su funda a juego, e incluso una especie de tapa-venda para hacer más llevadero el tiempo que hemos de tener puesta una escayola o apósito en la mano. Aunque también en su tienda online se puede encontrar el apartado ¿Me lo haces.
Allí, la clienta explica con todo lujo de detalles la prenda que quiere que Julunggul le realice en seda natural. Desde un sari, un vestido o un adorno especial. La escasez de esta materia prima hace que cada diseño sea prácticamente único. Como únicos pueden ser también los regalos de empresa personalizados que ya hemos empezado a hacer y que pueden ser la solución original para, por ejemplo, las próximas fiestas navideñas.
Julia Munilla, cuya intención en el futuro es estampar sus propias telas, dice que en estos momentos es muy difícil encontrar seda natural. La compro en Madrid pero me gustaría contactar con alguien que se dedique a importarla. La seda es uno de mis tejidos nobles preferidos. Me gusta por su ligereza, por su brillo y porque térmicamente es muy agradable. Además, los diseños de Julunggul no tienen edad, los hacemos para todo tipo de persona, después cada una lo adapta a su estilo y lo más importante: no se encuentran en las tiendas, con lo que la exclusividad está garantizada.

