Llegó a Valencia un día después del triunfo del Sevilla en Mestalla. Salió el Día de Andalucía y ayer vivió en su nuevo destino el comienzo de las mascletás que preceden a las Fallas. José Vicente Dorado ha pasado la mitad de los 47 años de su vida trabajando en Radio Sevilla y emprende una nueva andadura como coordinador regional de la Ser en la comunidad valenciana.
Ya se considera andaluz, "lo soy según el Estatuto". Pero además le avalan dos cuestiones más pasionales que normativas: durante 15 años, junto a Sonsoles Ferrín, se ha recorrido Andalucía de cabo a rabo con Ser Viajeros, su particular respuesta al To be or not to be del Hamlet. Lo demás está en su biografía, en su afán por llegar al sur, por conquistarlo.
Lo concibieron en el País Vasco, donde su padre, Vicente Dorado, estaba destinado como guardia civil. El miembro de la Benemérita, toledano de Montesclaros, quería volver a sus orígenes y no le importó incorporarse al penal de Ocaña. En la garita de esta prisión, escuchando un transistor que su hijo conserva, se enteró de que Antonia Colmenar, su esposa, había dado a luz al primero de sus tres hijos. "Mi padre se cayó por las escaleras de la garita".
Chevi, como lo conocemos sus amigos, vivió después otros destinos de su padre: El Casar de Escalona, Chozas de Canales y Toledo, donde vería los mismos atardeceres que deslumbraron al Greco. Con 19 años vino a hacer prácticas a Sevilla. En el llamado Gabinete de Estudio y Comunicación de la Ser tuvo ocasión de conocer las entrañas de la radio. Lo destinaron a Ciudad Real, pero allí no se le había perdido nada. Pepe Fernández pidió más personal y llegó en marzo de 1989, con Sevilla preparándose para la Expo.
Bajó más al sur para hacer un programa de pesca, La mar de radio, en Huelva. Con el paréntesis de un periodo en Móstoles, sacó la plaza en Sevilla. Aquí trabajó en informativos (compartimos madrugones y bondadosos Ramones: Ramón Barrenechea y Ramón, del bar Lago).
Este año se ha ganado a pulso una chicotá en la Campana, donde retransmitió muchos años la Madrugada, incluida la del año 2000 que después le llevó a prestar declaración ante la Policía. El 19 de diciembre fue padre de una niña, Noa, que vino con un pan valenciano bajo el brazo. En Sevilla deja otras dos hijas, Esperanza y Marta, al cuidado de Teresa. Hijas del viaje más osado del conductor de Ser Viajeros: las recogieron en Costa Rica y la demora de los trámites coincidió con el huracán Mitsch, que vivieron en la playa Jacob, paraíso de surfistas en el Pacífico donde Ridley Scott rodó el desembarco de Colón. El patrono de la Expo.
Cambia de destino, pero no de ciudad. Su magisterio está en la emisora, en sus compañeros, y en iconos de Radio Sevilla que figuran en el callejero: Bobby Deglané, en la prolongación de Rafael González Abreu, y el pasaje Manuel Alonso Vicedo, el locutor cuya trágica muerte en accidente de tráfico precipitó la llegada a Sevilla de Iñaki Gabilondo, otro referente de este toledano del sur.