Clara Guzmán. Fotos: Anuca Aísa
hace 12 años
Hasta la fecha, Fashion Art tiene en su haber catorce exposiciones en Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Guatemala. En septiembre de 2010 desembarcó en España para hacer parada y fonda en Madrid y Valencia. Ahora le ha tocado el turno a Sevilla.
La idea se le ocurrió a Manu Fernández, un diseñador valenciano inquieto y audaz, que en 1998 decidió que uno de sus trajes lo rematara, pictóricamente hablando, un artista del pincel. Al proyecto empezaron a sumarse nombres tan señeros del mundo del arte como Chillida, Manolo Valdés, Úrculo o Genovés. La Fundación Konecta apoyó esta empresa de aunar disciplinas tan cercanas, pero a veces demasiado alejadas por falta de entendimiento, y del resultado final se beneficia el público que sabe valorar este excepcional lenguaje cultural.
La libertad creativa de pintores andaluces como Luis Gordillo, MP& MP Rosado, Ricardo Cadenas, Cristina Ybarra, Abraham Lacalle o Ricardo Suárez, entre otros, se podrá contemplar en esta muestra, que sitúa a Sevilla entre las grandes ciudades que han acogido una iniciativa que enaltece al mundo de la moda, tan ligado al arte a través de su historia.
La muestra, que cuenta con la presidencia de honor de los Reyes de España, tiene además una vertiente social. Allá donde se instala, se desarrollan talleres que pretenden la integración de personas desfavorecidas o en riesgo de exclusión social. En Sevilla, la Fundación Konecta los promoverá tanto para niños con discapacidad intelectual, y cáncer, como para adultos discapacitados.
El fin de esta iniciativa será fomentar su creatividad y desarrollar sus propias habilidades, así como el descubrimiento de todas las posibilidades del entorno en el que viven. Colaborarán en esta tarea Andex, la Asociación Síndrome de Down y Niños con Amor. También desarrollarán distintas actividades informativas las fundaciones Genus y Autismo.
Si en Argentina Fashion Art consiguió más de 400.000 visitas, sus organizadores esperan lograr el mismo éxito en Sevilla, tan escasa de este tipo de acontecimientos, a pesar de su desbordante creatividad. Por eso hay que recibir con entusiasmo esta muestra en unos tiempos en que a la moda se le han abierto de par en par las puertas de los museos; el esperado reconocimiento público de que, por derecho propio, es parte integrante del arte.
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