La defensa del torero José Ortega Cano ha recurrido el auto de procedimiento abreviado dictado contra él por el accidente en el que murió otro conductor, porque cree que no hay indicios suficientes de delito y por "prevención procesal", ya que aún no se ha decidido si declararán cinco testigos que ha pedido.
El abogado del torero, Enrique Trebolle, ha informado que su recurso se basa en que, según lo declarado por los testigos, debe producirse una "corrección a la baja" de la velocidad de 125 kilómetros por hora a la que, según la Guardia Civil, circulaba el todoterreno de Ortega Cano en una carretera limitada a 90 kilómetros/hora.
También alega que el test de alcoholemia practicado en el hospital Virgen Macarena -que arrojó un registro casi triple de lo autorizado- "debe pasar un tamiz de validez" a la vista de lo declarado por varios testigos, entre ellos el médico de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla) que primero atendió a Ortega Cano y los facultativos del hospital al que fue trasladado.
El accidente de tráfico ocurrió el pasado 28 de mayo, cuando Ortega Cano se dirigía a su finca de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).
Tras el choque en el que murió el conductor del vehículo contrario, Carlos Parra, el torero permaneció ingresado en la UCI del hospital Macarena de Sevilla hasta el 11 de julio, y el pasado 1 de noviembre que intervenido para suprimir la colostomía practicada.
El auto de procedimiento abreviado dictado por el juez de instrucción 9, que no enumera los delitos que se pueden imputan a Ortega Cano, pone fin a la fase de instrucción y da al fiscal y a la acusación particular que ejerce la familia del fallecido diez días para que presenten sus escritos de calificación.
Trebolle también ha recurrido porque la Audiencia de Sevilla aún no se ha pronunciado sobre la declaración de cinco testigos propuestos por la defensa y que deben acreditar que el torero no bebió alcohol la noche del accidente.
Se trata, entre otros, del director comercial de su finca, el director de una casa rural, la encargada de una hospedería y sobre todo de José A.M., dueño de un hotel que fue la última persona que le vio antes del siniestro y que certificará que el torero solo bebió una Coca-Cola, según la defensa.
Finalmente, Trebolle rechaza la afirmación del juez sobre la "conducción temeraria" de Ortega Cano y el peligro para otros usuarios cuando unos testigos a los que adelantó situaron la velocidad a la que circulaban en 30 kilómetros por hora.
Los nuevos testigos propuestos por la defensa del torero fueron rechazados por el juez instructor ya que "no es objetivo relevante lo que pudieran opinar terceras personas sobre la apreciación de su estado físico, a la vista de las testificales ya practicadas".
Por otra parte, la Audiencia ha confirmado la decisión del juez de no tomar declaración a un último testigo propuesto por la familia Parra, que presuntamente presenció la ingesta de alcohol por parte de Ortega Cano.
El testimonio de esta persona, Juan L.J., "no es necesario en la actual fase procesal", que "parece encontrarse finalizada" tras un "voluminoso procedimiento", según la Audiencia.