Es un hombre nuevo. Hace casi cinco años editaba su primer disco en solitario, oscuro y sofisticado ya desde la misma portada. Como dijo, venía venenoso. Ahora el tiempo ha pasado. Ha asimilado la separación de Ketama y, como reconoce, los nudos que tenía en el corazón están deshechos, ha vivido su purga. Se ha dado cuenta de lo que tiene, lo que ha conseguido, y sobre todo quién es.
Esa luz y ese optimismo están volcados en De noche, un disco más americano y menos flamenco, pero sobre todo vivo, al que ha llegado gracias a una serie de viajes y varias decisiones que le han cambiado la vida. Reivindico una familia de cinco generaciones de músicos, veo claro lo que ha pasado en este tiempo, y siento tener un rumbo marcado, primando sobre todo la creatividad. Con eso se va a todas partes, dice.
Algo que se confirma escuchando su nuevo single, Camino de los sueños, un rayo de luz y color en mitad del disco, donde ha contado con la colaboración de la estrella internacional Nelly Furtado tanto en la composición como a la hora de interpretarla a dúo. Viene otro momento. Sigo siendo flamenco en mi vida, pero hay inquietudes que me han cambiado, cuenta Antonio, que además de componer el disco prácticamente al completo y tocar guitarras, cajones y percusiones ha ejercido las labores de productor junto a Gustavo Santaolalla, el hombre que estaba detrás de ese nuevo sonido que supuso Vengo venenoso y que tiene en su vitrina dos Oscar como autor de las bandas sonoras de las películas Brokeback Mountain y Babel. Junto a él, Antonio pintó un abanico en el mapamundi con una serie de viajes, sobre todo en la India, que le fueron aportando la energía que necesitaba, que trajeron a su persona lo que le faltaba y que plasmó durante muchas sesiones de grabación en Hollywood, Los Ángeles, Miami y Nueva York. Además, invitó a otra de sus pasiones musicales, Concha Buika, a grabar un clásico de la música latinoamericana, Las Cuarenta, de cuya producción se encargó en España Javier Limón.
Todos aquellos trayectos, viajes y paseos son ahora recuerdos que andan dispersos por todo este nuevo disco: un viaje por el Nilo fue el principio del despegue, de donde surgieron temas como Ari Ari O, Imposible o My space; luego vino Cuba, donde ayudó a reconstruir una escuela destruida por un tornado con un concierto, pero también desarrolló su pasión por la fotografía. Este periplo no premeditado terminó en la India, donde acudió a su Festival de Cine Español y vio reflejadas sus raíces.
Con todo eso regresó a casa, su hogar, en Madrid. Un lugar luminoso, práctico y tan vivo como su nuevo disco y este renovado estado de ánimo. Llegué y me fui a la Gran Vía, a pasear. Imagínate si fui consciente lo que era capaz de echar esto de menos que hice una canción, Madrid, y ahí está. A partir de ahí siguieron saliendo luces, sentimientos, guitarras y cajones, sobre todo junto a su amada playa de Los Caños de Meca. Ahí fue donde terminó de germinar este De noche, sin duda una celebración en toda regla: para los que le siguen, para la música en general y, sobre todo, para él mismo, que afronta una nueva etapa en su vida llena de color, optimismo, positivismo y, porqué no, de noche. Evidentemente, en su casa, nada es incompatible.
Rafa Pontes
DE NOCHE TRACK BY TRACK
De noche. Ando buscando el camino, la luz que me lleve, cambiando el destino, buscando mi suerte. Deliciosa declaración de intenciones en toda regla. Su instrumentación nocturna nos lleva a cualquier local de música en vivo, de esos que están siempre para conquistarnos en un rincón de cualquier ciudad, a la luz de unas velas.
Pa que. Hoy te dedico con todo mi ser, pequeños versos que son para ti, por los momentos que me has hecho sentir.
Sencilla composición donde Antonio canta a una de las cosas que más ama, que perdió pero logró recuperar: su fe. Armoniosa y rítmica, uno de esos temas que animan a cualquiera el comienzo de cada día.
Como debe ser. Nadie quiere estar solito, nadie quiere acostumbrarse, estar solo a la deriva sin nadie que te acompañe. Con unos sencillos toques de piano como inicio y fin, Antonio saca a la luz su faceta más melódica para cantar al sentimiento de desarraigo que provoca emigrar de un continente, un país, una ciudad en definitiva, de un hogar. Un auténtico paseo instrumental, con su voz como uno más.
Camino de los sueños. Contigo quiero andar el camino de los sueños, contigo puedo ser infinito entre tus besos. La ansiada colaboración con Nelly Furtado se ha materializado en un temazo optimista y luminoso donde la voz de la canadiense se complementa con la de Antonio y dan a la canción un color casi entre la salsa y la cumbia (aunque sería incapaz de catalogarlo en ninguno de estos dos géneros). Ambos han escrito el tema en Miami junto a Julio Reyes, uno de los descubrimientos musicales de los últimos tiempos (incluidos recientemente por Billboard como uno de los latinos más influyentes en el mundo de la producción discográfica).
Bum Bum. Sé lo que soy, soy lo que quiero ser, yo no me dejo engañar. Digo lo que siento, no puedo detener lo que yo llevo por dentro. El ritmo del disco está concentrado en estos tres minutos y medio, capaz de levantar del suelo los pies a cualquiera gracias a unas bases y un ritmo de guitarras como pocas veces se ha visto en un tema de Antonio Carmona.
Qué quieres. A la puerta de su casa llego casi todos los días, esperando aquel momento en que ella entre en mi vida. Posiblemente, el tema más cercano a ese sonido que enamora a todos aquellos que enloquecen cuando Antonio coge su guitarra y se marca uno de sus temas. Sin duda, el Carmona más flamenco de este De noche.
Madrid. Mis ojos son vagabundos que buscan tu amanecer, cuando lejos estoy solo nunca dejo de pensarte. Antonio escribe una canción a Madrid, la ciudad donde nació, vive y vuelve siempre. Un tema que se baña sin pudor en el sonido funky con el que han jugado recientemente alguno de los artistas que tiene más cerca. La prueba definitiva de que el nuevo Antonio Carmona se defiende dónde y como quiera.
Las cuarenta. Aprendí todo lo bueno, aprendí todo el malo, seré el beso que se compra, seré el beso que se da. Un bolero en toda regla, en el más clásico de los estilos, traído directamente desde Puerto Rico, el país natal de su voz original Ismael Miranda. Eso sí, esta vez con la voz de Concha Buika dándole la réplica a Antonio. Si el disco es una joya, aquí hay una concentración de kilates.
Ari Ari O. Levántate Filomena, hazme ese café sabroso y échale a mi cafetera agua fresquita del pozo. Soy libre de corazón, tengo lo que quiero. Junto a Bum Bum, otro de los temas más bailables del disco. Antonio compuso esta canción durante su viaje a Egipto, donde pudo transformar en música la dualidad entre las formas de vida de ayer y hoy según el sitio donde estés. Posiblemente, junto a Qué quieres, la otra nota con más tintes flamencos del disco.
Imposible. Imposible sentir, imposible. Lo siento. Sólo te llevaré hasta que llegue el alba. No sé si podré encontrar una razón para vivir si te vas y me dejas tan solo. Otro de los temas más melódicos del disco, que parte de un bolero para irse a un estilo tan personal que habría que bautizarlo con su propio nombre. Tiene el ritmo del Nilo, río que vio nacer esta canción durante un atardecer, y lo hace parecer un río que canta.
El túnel de tu piel. Vivo mirando siempre a donde tú estás, no puedo verte y no poderte hablar. Quiero tenerte siempre aquí a mi lado, y mirarte de frente para quererte más. Todos los instrumentos utilizados en este delicioso tema parecen no mezclarse si se quiere escuchar así: cada uno lleva su camino, pero en sintonía con los demás. Una canción de amor y desamor donde Antonio se explaya y desborda sentimiento.
My space. Estoy sintiendo y voy a dejarme llevar, porque sólo en esta vida tu me lo das. Otro canto a la esperanza, la luz y el optimismo. Uno de esos temas que sus seguidores cantarán con él cuando le llegue la hora, con los brazos en alto, en cada uno de sus conciertos. Un toque up total.