José Mourinho ha conseguido lo que pretendía desde hace tiempo, echar a Jorge Valdano de la directiva del Real Madrid. El de Setúbal no se hablaba con el argentino y ya, en el tramo final de temporada, incluso se mandaban mensajes a través de la prensa. Florentino Pérez ha tenido, por ello, que decidir con quién quedarse, optando por el técnico luso, una de las apuestas más prometedoras en la última época del madridismo.
En los despachos del Santiago Bernabéu se había formado una batalla entre Valdano y sus súbditos y Mourinho y los suyos. Desde hacía ya varios meses la comunicación entre ambos bandos era nula, algo que poco a poco iba demostrando la prensa deportiva, con declaraciones del argentino atacando a Mourinho y de la misma manera en sentido contrario. Por ello, Florentino debía tomar una decisión. Echar a Mourinho era casi impensable, ya que el técnico luso se ha ganado el cariño de la gente, además de llevar un título hasta las vitrinas del Santiago Bernabéu, algo que no habían conseguido ni Juande Ramos, ni Manuel Pellegrini durante su periplo en el banquillo madridista.
Con la destitución de Jorge Valdano, quien llegó al Real Madrid hace 27 años (ha estado entrando y saliendo durante este largo periodo) y la eliminación de la dirección general en el club blanco, José Mourinho adquiere totales poderes para decidir cómo y cuándo fichar, algo muy utilizado en el fútbol inglés, donde suelen ser los técnicos los que deciden en el tema de los traspasos, siempre con el consentimiento de la directiva, que al final es la que pone el dinero. Además, Mourinho será la voz visible del club, algo preocupante por sus salidas de tono que pueden afectar al Real Madrid a la hora de mantener ese estatus que le caracteriza.
El Real Madrid ha realizado ya tres incorporaciones pensando en la temporada que viene. Nuri Sahin, Hamit Altintop José Callejón son los tres nuevos nombres en Concha Espina, sonando con mucha fuerza los nombres de Carlitos Tévez, su compatriota el Kun Agüero y el centrocampista Bastian Schweinsteiger, quien podría ser la alternativa a Cesc Fábregas. Mourinho deberá decidir que jugadores quiere y necesita de cara al curso que viene, aunque por el momento seguro que sonríe por haber echado a la persona que le estaba causando problemas dentro de la entidad blanca. Al final, la batalla se decantó para el nado luso.