El jefe de la casa real de Habsburgo con toda su familia de vacaciones en Sevilla.
Leonor tiene ya 17 años, Ferdinand 14 y gloria 12.
Francesca ha manifestado públicamente su desacuerdo con el deseo de la baronesa Thyssen de vender algunos cuadros de la colección que está en España.
Francesca Thyssen-Bornemisza,y su marido, Carlos de Habsburgo-Lorena, Jefe de la Casa Real de Habsburgo, acudieron con sus tres hijos a presenciar la corrida del Domingo de Resurrección en la que toreaban Morante de la Puebla, el Juli y Manzanares, siendo triunfador de la tarde el Juli al cortar dos orejas . La familia posó por primera vez al completo ante la Real Maestranza de Sevilla ya que acudieron todo.
Francesca se dedica al coleccionismo de arte y es una de las principales figuras en el mundo del Arte, prestando gran atención al arte Contemporáne a través de la Fundación Thyssen-Bornemisza de Arte Contemporáneo, que ella creó en 2002 en Viena. Su propia colección de arte abarca más de trescientas piezas de vídeo contemporáneo y arte digital.
La pareja tiene tres hijos, Leonor, de 17 años,Ferdinand de 14 y Gloria de 12.
En la actualidad Francesca ha mostrado su desacuerdo públicamente con las negociaciones que la actual baronesa, Thyssen, Carmen Cervera, última esposa de su padre, mantiene con el gobierno español sobre la colección Thyssen que se encuentra en España y así lo manifestó en una carta que envió al diario El País el pasado mes de febrero cuyo último párrafo decía:
Me entristece que no exista una voluntad de analizar como es debido la colección en su conjunto para decidir qué partes de la colección [de Tita] son importantes para la colección original desde el punto de vista esencial, moral y de la historia del arte. El valor cultural de la solución final solo puede hallarse mediante un estudio en profundidad. Eso dará finalmente al Patronato y al Ministerio verdaderas razones para negociar con la baronesa. Su reciente deseo de poner en venta unas obras de arte esenciales de su colección perjudicará gravemente la reputación internacional del Museo. El mero hecho de posponer toda la decisión un año más, y mientras tanto permitirle que venda el constable, es más perjudicial que admitir ahora que es imposible llegar a una solución con la baronesa porque es poco razonable y está totalmente alejada de la realidad.
El Ministerio ha tratado por todos los medios de finalizar las negociaciones que hasta ahora habían transcurrido entre bastidores, pero por desgracia esos esfuerzos todavía no han dado sus frutos. Me he ofrecido a presentar una propuesta en la próxima reunión de la junta directiva, junto con Norman Rosenthal, en nombre del resto de la familia, que espero que proporcione un nuevo impulso para alcanzar una solución que tenemos que encontrar antes de finales de año y de ese modo poder celebrarlo el año que viene por estas fechas.