Ayer el Real Madrid venció a Osasuna en el Santiago Bernabéu. El juego de los blancos no fue ostentoso, pero la victoria permite que Mourinho pueda seguir presumiendo entre sus colegas entrenadores, ya que lleva nueve años sin perder como local, años en los que ha pasado por el Oporto, Chelsea Inter de Milán y ahora Real Madrid. Carvalho marcó el único gol de un partido soso y falto de dinamismo.
Osasuna es un equipo que cada vez que visita la capital es para ponérselo difícil al Real Madrid. A pesar de que el juego de los de Camacho no fue como el de años anteriores, el Real Madrid no supo tratar a su rival durante los 90 minutos y la cosa estuvo bastante igualada. Los blancos dispusieron de las ocasiones, pero la mala puntería de Higuaín y las buenas actuaciones del meta Ricardo provocaron que el gol no llegara hasta la segunda parte. Del Real Madrid solo se puede destacar a un jugador, el cual se ganó en su primero partido liguero en el Bernabéu, el cariño de una afición rendida a su fútbol y visión de juego. Ozil fue el mejor del encuentro, y le imprime esa velocidad que todavía le falta al Real Madrid de Mourinho.
El conjunto blanco comenzó enchufado, tratando de demostrarle a su afición que el mal partido de la primera jornada en Mallorca fue motivo del comienzo de curso. La intensidad en el juego le duró 15 minutos, a partir de los cuales se vio un Real Madrid lento en los pases y en los desmarques, con poca fluidez en el centro del campo y un ataque todavía poco efectivo. Benzema, Higuaín y Cristiano Ronaldo no estuvieron acertados de cara a portería, algo que ya preocupa a Mourinho. El Osasuna estuvo bastante callado durante todo el encuentro, dándole poco trabajo a Iker Casillas, portero que se siente más protegido con Carvalho y Pepe como centrales.
La segunda mitad fue también de los locales, quienes se apoyaron en Ozil para crear peligro, como sucedió en el gol. Una contra bien llevada por el alemán acabó en los pies de Cristiano Ronaldo quien erro de cara a portería pero aprovechó el rechace para dejar el gol en bandeja al veterano peor incombustible Ricardo Carvalho. El portugués inaugura su cuenta goleadora con el Real Madrid y, a pesar de no ser un killer ni por cualidades ni por posición, demuestra que sabe estar ayudar al equipo en los momentos difíciles.
Victoria con poco que destacar del Real Madrid y ovación para el único que se lo merecía, Mesut Ozil. El Barcelona perdió contra todo pronóstico frente al Hércules y se queda un punto por debajo de los de Mourinho. Queda todavía un mundo, pero como ha ocurrido en las últimas temporadas, la diferencia al final suele ser poca.