Los partidos políticos de ámbito no estatal, frente a los que sí lo son, tradicionalmente han incorporado menos mujeres y menos inmigrantes nacidos en otras comunidades en sus listas electorales en puestos de elección a los parlamentos autonómicos. Por la contra, presentan diputados de más edad pero con credenciales educativas similares. A esta conclusión ha llegado un estudio elaborado por Xavier Coller, sociólogo y periodista de la Universidad Pablo de Olavide, y Andrés Santana, investigador de la Fundación Juan March, en un análisis comparativo que ha recorrido los primeros 25 años de funcionamiento de la España de las autonomías (1980-2005) Todo ello con el objetivo de elaborar una fotografía de la élite política autonómica de los partidos de ámbito no estatal (PANE)
Esta investigación, pionera tanto en la temática como en los datos utilizados, ha centrado su atención en aquellos PANE que han mantenido una mayor presencia parlamentaria, primando los que existen actualmente. De esta forma, se han contemplado Convergència i Unió (CiU), Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Bloque Nacionalista Galego (BNG), Coalición Canaria (CC), Partido Aragonés (PAR) y Partido Nacionalista Vasco junto a Eusko Alkartasuna (PNV-EA). A estos hay que sumarle Herri Batasuna (HB), donde se enmarcarían también los diputados electos de sus formaciones herederas.
Según el estudio, el perfil más frecuente entre los parlamentarios autonómicos de los PANE durante el periodo analizado es el de un varón (83%), nacido en la comunidad en la que es elegido (92%), con cuarenta y cuatro años de edad media en el momento de entrar por primera vez en la cámara autonómica. El 84% de estos parlamentarios serían diplomados, licenciados o doctores, y de profesión educador o relacionada con el derecho, aunque con una mayor presencia de empresarios y directivos con respecto a los partidos estatales.
La perspectiva de género es un aspecto llamativo de este trabajo, que contempla el periodo previo a la implantación de la ley de paridad electoral en política. En la medida en que la presencia de mujeres en la vida política parlamentaria esté relacionada con el grado de apertura a la sociedad, parece que los no estatales se han comportado de manera más cerrada que los otros partidos, privilegiando a los varones, señalan los investigadores. El análisis apunta a PAR, CC, ERC y CiU como los que menos han contribuido a que las mujeres accedan a puestos de representación en el periodo previo a 2005, mientras que BNG sería el que más.
Esta tendencia se rompe, sin embargo, cuando se trata de inmigrantes internos, es decir, personas que no han nacido en la comunidad autónoma en la que se presentan. En este sentido, los PANE sitúan con más frecuencia en sus listas a mujeres inmigrantes que a varones inmigrantes, de forma que es 1,53 veces más probable que una mujer inmigrante entre en el parlamento en la lista de un partido no estatal en comparación con los hombres. Este dato debe contrastarse con la presencia en las listas de estos inmigrantes internos que, en los PANE, es muy reducida (8%) frente a los estatales (17%)
Homogeneidad social
El conjunto de los partidos políticos presentan un nivel elevado de homogeneidad entre sus miembros, cercano al 70%, según los datos analizados en el estudio. Esto viene a indicar que sus señorías son bastante parecidas en cuanto a las cinco características sociales básicas analizadas como son la edad, sexo, nacimiento, nivel de estudios y profesión, afirman a este respecto los investigadores. Sin embargo, los partidos estatales han introducido proporcionalmente una mayor variedad de perfiles entre sus parlamentarios.
Entre los PANE, los partidos más homogéneos son BNG, CC y CiU frente a ERC y PAR. Una falta de heterogeneidad social entre los representantes parlamentarios que, según los investigadores, puede tener consecuencias en términos de actividad legislativa, conexión con el electorado y percepción del parlamento como una institución más o menos próxima a la sociedad.