Ha pasado la jornada liguera, aunque todavía quede el partido de esta noche entre Osasuna y Athletic de Bilbao, y las cosas siguen igual entre Real Madrid y Barcelona. El madridismo soñaba con un tropiezo del líder frente al colista, pensando que la derrota sobre el Inter habría hecho mella, mientras que la familia azulgrana confiaba en la necesidad del Zaragoza para respirar más tranquilos de cara al final de temporada. Los dos grandes de España vencieron y la diferencia sigue siendo de un punto a falta de cuatro partidos para el final. Al Real Madrid se le van acabando las esperanzas de un pinchazo de los de Pep Guardiola, quienes tienen dos salidas muy complicadas, El Madrigal y el Sánchez Pizjuán.
El Barcelona abrió la jornada número 34 del campeonato español con una victoria sobre el Xerez. El ya conocido efecto Gorosito no hizo acto de presencia en la Ciudad Condal y con un once pensando en la Champions League, Guardiola vio como los suyos se deshacían del colista. Jeffren y Henry abrieron la lata jerezana, pero el cántabro Mario Bermejo volvió a meter a los de Gorosito en el partido con un golazo desde la frontal. Tras el descanso y todavía con opciones de echarle un cable al Real Madrid y, sobre todo, de soñar con la salvación, el Xerez buscó el empate hasta que apareció el sueco Ibrahimovic para sentenciar el partido y permitir que toda la concentración esté puesta en el partido del miércoles frente al Inter de Milán.
El Real Madrid jugó inmediatamente después del Barcelona. Sabiendo que los culés habían ganado al colista, los de Pellegrini solo podían sacar la máxima puntuación para seguir metiendo presión. El Zaragoza estaba muy necesitado ya que mira los puestos de descenso desde cerca y equipos como Valladolid y Tenerife llegaban a la jornada enchufados en busca de la permanencia. La Romareda se vistió de gala para una cita tan importante, pero no fue suficiente para dar la campanada. Los goles no llegaron hasta la segunda parte, cuando primero un lesionado Raúl, que ya había pedido el cambio, marcó el primero del partido. Colunga empató para los maños tan solo 10 minutos después, dejando al Madrid entre la espada y la pared. Fue entonces cuando apareció Kaká, muy criticado por su lesión, para marcar el gol de la victoria, además de callar muchas bocas que dudan de su compromiso con el club.
Al Barcelona le tocará ahora pensar en el Inter de Milán antes de visitar El Madrigal, mientras que el Real Madrid tiene una semana para preparar el partido en casa frente al Osasuna. Los de Camacho juegan hoy frente al Bilbao. Si vencen estarían prácticamente salvados, pero si pierden podrían poner en riesgo la permanencia y visitarían el Santiago Berrnabéu con mayor necesidad de tres puntos.