Partido desastroso el protagonizado ayer por el Sevilla FC en el estadio El Madrigal. Nueva derrota sevillista por tres goles a cero, ante un Villarreal que sin hacer nada del otro mundo pasó por encima de los rojiblancos en un encuentro para olvidar.
Mucho trabajo le queda por hacer al técnico de Marchena, Antonio Álvarez, que en tres días no ha podido arreglar las grandes carencias del equipo nervionense. Solo los fallos de los rivales sevillistas, Valencia, Mallorca o Deportivo de la Coruña, dan vida al Sevilla FC que ve como pese a su mala racha el objetivo de meterse en Champions es aún factible.
El Villarreal en estado ascendente cogió a un Sevilla completamente destrozado y le arrebató los tres puntos con un abultado resultado. Los de Nervión están futbolísticamente muertos, es un equipo mal entrenado, sin ideas y con un escaso fondo físico. Ya se sabía que los males no provenían solamente del entrenador, el centro del campo dirigido ayer por Romaric, Renato y Lolo fue lamentable, el costa marfileño siempre está estático, solo se ofrece para pegar pases a 50 metros a diestro y siniestro que rara vez llegan a su objetivo; el brasileño ha bajado el pistón considerablemente, ya no es el centrocampista llegador que hacía fluir el juego y remataba a puerta con facilidad, ahora parece que anda en punto muerto y jugar con él es como jugar con uno menos; y Lolo, el canterano sevillista sencillamente no da el nivel para este Sevilla. Además, la defensa es un absoluto caos que hace aguas por todos lados, y en ataque, ninguno de los delanteros anda fino, a Kanouté le pesan los años, ya nadie se acuerda del Negredo goleador, parece que el Sevilla ha fichado a un jugador de rugby en lugar de a un futbolista, y ni siquiera el megacrack Luis Fabiano es capaz de tirar del carro, parece que la cercanía del mundial y la continua lluvia de elogios le han terminado de mojar la pólvora.
Las numerosas bajas con las que contaban los rojiblancos, hicieron que Álvarez no se pensara mucho el once, puso en liza lo que había. A los 17 minutos iban ya ganando los amarillos por 2-0 y ahí acabó todo. En una contra rapidísima en el minuto cinco, un centro desde la banda derecha sevillista defendida por Stankevicius, acabó en las botas del italiano Rossi que le ganó la posición en carrera a Romaric, lo contrario sería una ilusión, y remató a placer ante Palop logrando el 1-0. El Sevilla no reaccionaba y 12 minutos más tarde, otro centro del Villarreal, esta vez desde la banda defendida por Navarro, se lo tragaba Palop y Llorente empujaba la pelota con la cabeza a puerta vacía consiguiendo el 2-0. Luis Fabiano tuvo la única ocasión para los sevillistas en la primera mitad cuando se plantó solo ante Diego López y falló lo que antes nunca fallaba.
En la segunda parte partido calcado, Kanouté sustituyó a Negredo, ¿estaba jugando?, algunas ocasiones de Luis Fabiano que volvió a marrar y se veía que poco más había que hacer. El francés Pires redondeó el resultado en el minuto 90 tras plantarse solo ante el guardameta sevillista y definir a la perfección, poniendo el definitivo 3-0 en el marcador.
Malas sensaciones las de un Sevilla que se sintió impotente durante los 17 minutos que duró el encuentro, el resto no sirvió para nada. Con una semana por delante para corregir errores, el próximo sábado a las 22:00 h. en el Sánchez Pizjuán y ante un rival que ocupa puestos de descenso, el Tenerife, Álvarez tiene otra oportunidad para demostrar que es válido para este quipo y que es capaz de sacar al Sevilla de esta dinámica negativa.
Ficha técnica:
VILLARREAL CF (3): Diego López, Ángel, Gonzalo, Musacchio, Capdevila, Ibagaza (Fuster, 82), Bruno, Cani (Pires, 77), Rossi (Cazorla, 91), Llorente y Nilmar. SEVILLA FC (0): Palop, Stankevicius, Escudé, Dragutinovic, Fernando Navarro, Adriano, Renato, Romaric (Lolo, 67), Diego Capel (José Carlos, 80), Luis Fabiano y Negredo (Kanouté, 46).
Goles: 1-0: Min. 5, Rossi. 2-0: Min. 18, Llorente. 3-0: Min. 90, Pires.
Árbitro: Turienzo Álvarez, castellano-leonés. Amonestó al local Bruno y a los visitantes Adriano y Fernando Navarro.