C.D. ONCE-ANDALUCÍA, 83 (17-30-15-21) C.P. MIDEBA, 50 (17-11-15-7)
Sábado, 20 de febrero de 2010. CRE Luis Braille. Sevilla. 18:00 hs. 13ª jornada de la 41ª Liga Nacional de División de Honor, 21º Trofeo Fundación ONCE
Equipos: C.D. ONCE-Andalucía: Cinco inicial: 5 De Paz 10, 6 Beiro 2, 8 Pablo Zarzuela 4, 9 Pollock 23 y 11 Latham 20. 7 Ruiz 2, 10 Muñoz 0, 12 Alejandro Zarzuela 20, 13 Sánchez 0 y 15 Navarro 2.
C.P. Mideba: Cinco inicial: 4 Blancas 2, 5 Muñoz 0, 13 Lourenço 14, 14 Cano 14 y 15 Angulo 6. 7 Fernández 6, 8 Conejo 2, 9 Piñero 0, 10 Vargas 6, 11 Tavío 0 y 16 Píriz 0.
Árbitros: Marqués (Vigo) y Moreno (Barcelona).
El C.D. ONCE-Andalucía ha aprobado con excelente nota el complicado examen que el calendario le había puesto para la jornada de hoy. Ni más ni menos que el C.P. Mideba Extremadura ha visitado esta tarde la cancha del CRE Luis Braille. Y el partido ha sido fiel a lo que tradicionalmente deparan estos duelos entre dos clásicos del baloncesto en silla de ruedas español; por ende, dos de los mejores equipos de la liga doméstica.
Sin embargo, el C.D. ONCE-Andalucía ha superado de manera contundente a un rival que inició el choque tremendamente concentrado, que mantuvo un gran pulso a los jugadores de Feriani a lo largo del primer cuarto (17-17), con un Hugo Lourenço muy inspirado, y que sobre la mitad del segundo cuarto llegó a colocarse cuatro puntos por encima. Pero la reacción local era algo que se hacía necesaria, y que de hecho se produjo. Si bien los andaluces no estaban desentonando, se veía que les faltaba un punto de ritmo y velocidad para despegarse en el electrónico. Y así fue como pudo empatar la contienda y, además, aumentar los guarismos a su favor, colocándose a 5.43 para el final de la primera parte por delante en el marcador con la mayor diferencia alcanzada hasta ese momento (27-21), gracias a una genial canasta del australiano Bill Latham (gran actuación de éste y de un Pollock que fue clave en la remontada y despegue definitivo hacia el triunfo).
Precisamente, el británico le puso el broche de oro a su gran primera parte con una genial jugada que posibilitó que a dos minutos para la conclusión el resultado fuese 33-22. El C.D. ONCE-Andalucía ya era un equipo sólido, poderoso, lanzado hacia la victoria, que borró de la cancha a su enemigo en sólo tres-cuatro minutos de un baloncesto fantástico.
Al descanso se llegó con un 47-28 que parecía sentenciar el partido. Si los andaluces parecían metidos de lleno en la pelea, los extremeños se habían descartado de la misma merced a unos minutos realmente malos, en los que estropearon la gran imagen ofrecida hasta entonces. Y es que en la alta competición, la concentración en el juego tiene un valor determinante, y los errores propios y la ofuscación de algunos jugadores con la pareja arbitral jugaron en contra de sus intereses.
Pero el C.P. Mideba Extremadura, como queda dicho, es un gran equipo, con muy buenos jugadores, y cuando daba la impresión de haberse acabado el duelo, estos tiraron de calidad, oficio y amor propio, y pusieron nuevamente la emoción sobre la cancha. Una salida trepidante provocó un parcial de 1-9, sólo a los dos minutos de reiniciado el encuentro. Ello espoleó a los visitantes, ante un C.D. ONCE-Andalucía que vivió durante ese espacio de tiempo en el desconcierto. No obstante, una canasta de Sonia Ruiz quebró el rumbo que estaba tomando la contienda y lo devolvió a la normalidad. A partir de ahí, se puede decir que se acabó todo. Los locales fueron capaces de romper el peligroso ritmo impuesto por los pacenses, y estos continuaron con una absurda guerra con los árbitros que únicamente les sirvió para salirse del partido. Sólo el referido Lourenço y un magnífico Cano, excelente jugador sobre la cancha y gran deportista fuera de ella, mantuvieron el tipo.
Nueva victoria, pues, del C.D. ONCE-Andalucía, que mantiene la imbatibilidad y el liderato. Está claro que posee una plantilla altamente competitiva, que juega de memoria y que sería, sin duda, capaz de afrontar sus compromisos, incluso, sin dirección técnica si fuese preciso. Cuando hay buena materia prima, es más fácil alcanzar los objetivos.