Tom Cruise y Cameron Díaz llegaron por fin a Sevilla tras unos días de retraso para incorporarse al rodaje de la película Knight & Day de la que Tom es también productor. Llegaron juntos en avión procedente de Austria y se alojaron en el histórico hotel Alfonso XIII. Los actores visitaron la Casa de Pilatos acompañados del director del filme, James Mangold, para conocer los rincones y las vistas del palacio renacentista de los Medinaceli en cuyo entorno está previsto que rueden algunas escenas.
La pareja llegó al final de la mañana a la calle Ancha en Cádiz, lugar central de la jornada de rodaje. Primero llegó la actriz, formando el revuelo entre los extras. Diaz saludaba mientras sonaban incluso espontáneos "I love you" desde los balcones; a las dos y cinco de la tarde llegó Tom Cruise, con chaqueta de cuero camel y camiseta blanca. Los vítores se sucedieron y el estadounidense se hartó de dar la mano a los extras que estaban en la calle. Después de familiarizarse con el entorno y hacer algunas pruebas con sus respectivos dobles, a las dos y media, Tom Cruise y Cameron Diaz se subieron a una Ducati roja.
Toros, corredores, pastores, motos, coches y dos de las estrellas mejor pagadas de la industria del cine se mezclaron en una trepidante persecución que recorrió el centro de la ciudad trimilenaria a gran velocidad.. "Un 10 para ellos. Es muy raro ver a actores de su talla participando en escenas que entrañan algún peligro", comentaba Miguel Ángel Castander, un corredor profesional que, desafortunadamente, fue uno de los dos heridos, leves, de la jornada. En su caso, un mal golpe con uno de los burladeros le causó una contusión en el pie izquierdo.