Después de dos años de noviazgo, Fran Murcia y su novia, Carolina López, se dieron el sí quiero este sábado en Lucena, Córdoba, tierra natal de la novia. La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia parroquial de San Mateo, ante la imagen de María Santísima de Araceli, de la que Carolina es devota.
Fran, vestido de chaqué llegaba a la iglesia del brazo de su madre, que lució un vestido rojo de volantes. Delante de ellos, el pequeño Franky, como llama cariñosamente la familia al hijo de Fran con Lara Dibildos, vestido igual que su padre.
Minutos después llegaba la novia, con un vestido blanco de Rosa Clará, con escote palabra de honor, unas mangas de la muñeca al codo, un velo de varios metros y pendientes largos terminados en una perla.
Convertidos ya en marido y mujer, Fran y Carolina posaron para los medios gráficos bajo una intensa lluvia, que, no obstante no logró empañar la felicidad de la pareja.
La gran ausente fue Lara Dibildos, ex mujer del novio, que sí viajó la víspera de la boda hasta Lucena para ofrecer todo su apoyo y dar la enhorabuena en persona a la pareja, ya que no pudo acudir a la celebración porque tenía que trabajar en el teatro.
Quién si acudió a la boda fue Laura Valenzuela, que siempre ha mantenido una estupenda relación con su ex yerno. Lo hizo acompañada de su nieto pequeño, Álvaro, hijo de Lara con Álvaro Muñoz Escassi.
Entre los invitados se encontraban el torero Sebastián Palomo Linares y su novia, Olivia de Borbón; el presentador de televisión Antonio Garrido y su esposa; Coral Bistuer, con un vestido azul turquesa; la ex Miss España Raquel Rodríguez, elegante con un vestido estampado de flores; la lucentina Araceli Álvarez de Sotomayor, así como amigos íntimos de la pareja y algunas autoridades locales.
Los trescientos invitados pudieron disfrutar más tarde de un banquete nupcial que se celebró en las instalaciones del Hotel Prestige. La pareja vive entre Lucena, donde Fran ha creado una escuela de baloncesto, y Madrid, donde Carolina trabaja como profesora de Lengua y Literatura.