El segundo cuarto se caracterizó por la férrea defensa de un Ros Casares muy motivado, que, sumada a las pérdidas de balón y la falta de acierto de las de Estrada, impedía a las castellanoleonesas anotar una sola canasta hasta pasado el ecuador de este periodo, momento en el que María Revuelto anotaba dos de los tres tiros libres que intentaba tras ser objeto de falta más allá de 6,25m. Una vez más, las levantinas daban buena muestra de la profundidad de su banquillo, ya que las rotaciones, lejos de frenar su arsenal ofensivo, creaban problemas una y otra vez al equipo contrario. El desgaste de De Souza pasó prácticamente inadvertido al recoger Milton y Tornikidou el testigo de su compañera para anotar tanto en la pintura como desde la media distancia. La veterana Aguilar distribuía con precisión el juego de su equipo, facilitando buenas opciones de canasta a su compañeras que se marchaban al vestuario al descanso con una ventaja de 16 puntos (42-26).
En la reanudación apareció la figura de Amaya Valdemoro, bien defendida en la primera mitad. La madrileña se convertía en la protagonista de los primeros minutos con sus vistosas canastas y creando buenas situaciones de desventaja con su par. Así, Valdemoro elegía penetrar y anotar o ceder el balón a las pívots bajo los aros, creando serios problemas a la defensa de un FEVE San José que echaba en falta a Murphy, algo gris en este tercer cuarto, y que se encomendaba a los rebotes ofensivos de Lucila Pascua para poder sumar en el marcador. La renta de las valencianas se ampliaba minuto a minuto para alcanzar los 22 puntos (66-44) a falta de diez minutos para la conclusión del choque.
El guión del partido apenas varió en el último cuarto. Isma Cantó eligió dosificar a Valdemoro, Aguilar, De Souza y Milton -la columna vertebral de su equipo- al inicio, sin ver resentido su juego. El goteo de canastas valencianas era incesante, mientras que las castellanoleonesas sufrían para anotar, a pesar de la mejora de Murphy y la constancia de Revuelto, una de las jugadoras más destacadas en el conjunto rojiblanco. Anna Montañana dejaba detalles de calidad y el larguísimo banquillo de Ros Casares seguía rotando con el regreso de Milton y Valdemoro al campo. Con el partido sentenciado, y a menos de dos minutos para el final, ambos equipo bajaban ligeramente la intensidad de sus defensas, intercambiando canastas para ver como un triple de Milton en el último segundo convertía a las taronjas en las primeras semifinalistas de la Copa de la Reina, sellando el resultado final en 88-60.
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