El cantautor y poeta extremeño, afincado en Madrid desde los 60, es reconocido por su estilo sobrio y poético. La Junta Directiva de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música ha decidido, por unanimidad, conceder al cantautor Pablo Guerrero el Premio a Toda Una Vida de esta XIII edición de los Premios de la Música. La música de Guerrero, que parte de armonías y melodías tradicionales de su tierra aderezadas con sonidos del folk americano, el rock, el jazz o el flamenco, recibirá el reconocimiento a Toda Una Vida durante la gala de los Premios, que este año se celebrarán el 12 de marzo en el Palacio de Congresos Manuel Rojas de Badajoz; un acto organizado por la Academia de la Música con el apoyo de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura y la colaboración del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Cultura.
Datos biográficos Durante 40 años, Pablo Guerrero se ha dedicado a la pequeña artesanía de hacer canciones, a cuidar las palabras, a grabar discos como un alquimista musical. Alejado de tópicos, Pablo Guerrero ha ido desgranando una obra trabajada minuciosamente, esa personal música poética que ha publicado tranquilamente, con parsimonia, alternándola con las ediciones de sus libros de poemas durante una de las carreras más largas y profundas de la música española.
Fue en 1969 cuando Pablo Guerrero publicó su primera canción, Amapolas y espigas, comenzando una renovación de la música popular que ha marcado su obra. En 1972 la publicación de A cántaros, su primer álbum, convirtió esta canción en un himno de los perseguidores de utopías en tiempos difíciles: Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes, pero ¿quién nos ata?.
En 1975 llegó el álbum más difundido de su carrera, grabado endirecto en el Olympia de París y después maravillas como Porque amamos el fuego (1976) y A tapar la calle (1978), un disco innovador por su inmersión pionera en las sonoridades flamencas.
Artista inquieto y eterno navegante a contracorriente, comenzó con Suso Sáiz una etapa innovadora y radical con álbumes como El hombre que vendió el desierto (1988), Toda la vida es ahora (1992), Alas, alas (1995) y Sueños sencillos (2000). En 2006 publicó Plata y su último álbum es Luz de tierra (2009), en el que canta y pone música a textos de 15 poetas extremeños. En 2007 se publicó Hechos de nubes, un álbum producido e impulsado por Ismael Serrano en el que artistas como Javier Ruibal, Pedro Guerra, Luis Eduardo Aute, Javier Bergia, Joan Manuel Serrat, Javier Álvarez, Luz Casal, José Antonio Labordeta, Acetre, La Cabra Mecánica, Quique González, Ismael Serrano, Víctor Manuel, Suburbano y Luis Pastor interpretan canciones de Pablo Guerrero.
Paralelamente a la música, Pablo Guerrero ha ido publicando una obra escrita de elevado calado poético, con libros como Los dioses hablan por boca de los vecinos, Donde las flores se convierten en agua, Tiempo que espera, Mi laberinto, Los rastros esparcidos y, recientemente, Escrito en una piedra.
Es la vida musical y poética de este extremeño nacido en 1946 en Esparragosa de Lares, un pueblecito de 1.350 habitantes allá donde Badajoz se acerca a Andalucía. Durante cuatro décadas, Pablo Guerrero ha transitado por territorios inéditos, buscando una nueva manera de envolver musicalmente sus textos, descubriendo formas diferentes para cantar a lo sencillo, a lo natural, a lo imaginario. Material sensible, bálsamo terapéutico, emoción pura. Música poética.