Mario Conde regresó a la cárcel, pero en esta ocasión fue una visita . La Escuela de Escritores realizó una donación de libros para los internos y fue efectuada personalmente al Centro Penitenciario de Sevilla por el exbanquero Conde dio una charla a los internos en la que recordó que : «voy a hablaros de mi experiencia -ingresó en prisión en Nochebuena de 1994 y hasta este año no ha obtenido la libertad condicional-. A una persona privada de libertad, que le hablen de libros puede parecerle una tontería. Puedo decir palabras bonitas pero para vosotros la única palabra que tenéis en la mente es la de libertad». Recordó que la lectura fue su principal recurso durante su estancia en prisión: -El libro, antes, durante y después de mi paso por la cárcel ha sido muy importante. Antes de entrar en prisión había leído mucho. La noche en la que ingresé, el director me dijo que, para distraerme de lo que suponía ver por vez primera la celda, leyese. Me costó trabajo entenderlo. La segunda vez que entré en prisión -todas en Alcalá-Meco- ya leí más, y mucho más la tercera. Y me sirvió de mucho». Libros -«entre 300 y 500 habré leído en todo el tiempo que he estado en prisión»-, que hicieron que Mario Conde se aventurase a escribir la obra «Derecho penitenciario vivido», con la que pretende «enseñar a los que estáis privados de libertad cómo con el Derecho se pueden conseguir trozos de libertad», ya que haya fundado una pequeña editorial, «Séneca», en la que «publico cosas muy raras, entre ellas cosas mías». La palabra más repetida en su charla fue libertad: «Un minuto de privación de libertad es un montón de tiempo. Este no es vuestro sitio. Si uno no pelea por estar fuera, habrá fracasado el sistema, pero sobre todo habrás fracasado tú. Es verdad que la cosa está complicada ahí fuera, pero al menos detrás de esas rejas hay esperanzaYo he estado ahí, donde vosotros. Y la única palabra que me llenaba era libertad. Y es la que os tiene que llenar también». Conde también respondió a preguntas sobre supuestos tratos de favor mientras estuvo en la cárcel, algo que negó, señalando que era el primero que se levantaba en Alcalá-Meco para preparar los desayunos, y que el único «privilegio» que tuvo fue estar en la celda -«como todas las demás»- solo, aunque fue por seguridad.
SEVILLA PRESS