Pero antes de llegar a su actual situación, José Antonio ha recorrido un largo camino. Comenzó su andadura allá por el año 88. En ese instante, reclamado por miembros de la federación sevillana, prestó sus primeros servicios tanto en el área técnica como responsable de los equipos de minibásket.
Estas funciones venían acompañadas de su labor como entrenador. Primero vinculado al Maristas, colegio al que se debió casi 15 años; después en el Club Baloncesto Gines; años posteriores en las filas del Mercantil; y finalmente en el Club Náutico de Sevilla de 1ª Nacional, ultimo banquillo en el que se sentó.
Su designación como presidente de la federación sevillana provocó que José Antonio tuviese que abandonar las pistas para centrarse en el organigrama ejecutivo. Pese a todo, no se arrepiente de la decisión tomada. "Se interesaron mucho por mí y no lo dudé ni un momento", afirma.
A partir de ahí, las funciones de este sevillano dentro del orden federativo se centraron en la mejora de los servicios para el disfrute del gran público.
"Nuestro objetivo es fomentar el baloncesto y seguir creciendo. Para ello ponemos en marcha programas dedicados a la organización de competiciones y sentamos pilares para que los sevillanos gocen de la mejores instalaciones para practicar un deporte tan bello como el baloncesto. Debemos ir todos en la misma dirección, apoyar sinergías y avanzando en el deporte de la canasta".
José Antonio es consciente de que, a pesar de que el fútbol sea el deporte rey, tanto en la comunidad como en la provincia, el baloncesto andaluz se encuentra por debajo del nivel del resto de comunidades autónomas. "En el norte siempre ha existido más tradición que aquí. El problema del baloncesto sevillano radica en su juventud, a nivel profesional únicamente tenemos 20 años de historia, somos jóvenes y hay que ir avanzando con firmeza paso a paso".
En relación al tema confiesa que cabe la posibilidad de que el Cajasol eclipse de cierta forma el trabajo que aparte se realiza. "El Cajasol lleva a cabo una gran labor por sí mismo, pero también hace de locomotora del baloncesto en el resto de la provincia. Deportivamente es cierto que en el baloncesto masculino los equipos de Sevilla luchan por ser segundos. Son conscientes de su superioridad, de la diferencia técnica y de las posibilidades económicas, pero establecen una bonita lucha deportiva por convertirse en el segundo equipo de la ciudad".
Lo que queda claro es que José Antonio no piensa quedarse de brazos cruzados y pretende hacer de Andalucía, y con ello de Sevilla, un lugar donde "el ba- lon- ces- to, como ya dijo el ex seleccionador nacional Pepu Hernández, cobre vida propia y sea referente en el panorama nacional".
Los pilares están en construcción y los proyectos en buen camino. Sólo queda esperar.