La diploma olímpico del Náutico Sevilla hace balance de los Juegos.
Tras 10 días de competición, por fin ha acabado. Estoy muy contenta con mi resultado. Está claro que una medalla es una medalla y yo me he quedado a las puertas, pero he dado todo lo mejor de mí, y hasta aquí he llegado...
Suena un poco mal eso de cuarta, pero hemos tenido unas condiciones que no son las más favorables para mí, con menos de 6 nudos e incluso un día de 20 con olas enormes. Mi punto fuerte son los vientos medios y no los hemos tenido, y contra las condiciones meteorológicas no hay nada que hacer.
Yo sabía que éstas iban a ser las condiciones y me he preparado para ello. Estoy orgullosa del trabajo que he hecho, puesto que he mejorado muchísimo con vientos flojos, teniendo en cuenta que hace dos años quedé 20ª y el año pasado 10 en las regatas preolímpicas celebradas aquí.
El día de 20 nudos fue increíble: había una lluvia que no te permitía mirar hacia el viento y una niebla que no se veía a 50 metros. Ese día estuve un poco nerviosa en el agua y me caí un par de veces, lo que me hizo perder unos cuantos puestos. Esa noche me tuve que dar un masaje de cara porque me dolía de tener las mandíbulas apretadas durante las casi cinco horas que estuvimos en el agua.
Como experiencia ha sido increíble. Al principio del campeonato le dije a mi entrenador que la gente exagera, que tampoco hay tanta tensión, pero no he sido consciente hasta que ha acabado y me he relajado. Entonces he notado el peso que me he quitado de encima y que la presión y el estrés son enormes. Analizas las caras y acciones de tus competidores y sus entrenadores y te das cuentas que no son condiciones normales.
En la última manga ha habido una salida donde la inglesa se ha salido de línea, porque yo estaba pegada al barco del Comité de Regatas y lo he podido escuchar todo. El visor ha dicho fuera de línea llamada individual, pero se han equivocado de bandera y han subido la general, por lo que se ha tenido que repetir el procedimiento. Si no se hubiese equivocado, la inglesa se hubiese salido y yo tendría una medalla (la inglesa iba tercera y yo cuarta, por lo que tenia que sacarle os puestos para ganar la medalla). Cuando vi lo la que acababa de pasar pensé: no hay duda que la inglesa se merece la medalla más que nadie. Yo me he entrenado con ella y sé que eso es cierto. Y esto lo cuento como anécdota. Para nada culpo al que se equivocó, pero así es el deporte y sin duda la suerte juega su parte...
Han sido unos días espectaculares y este cuarto puesto ha sido el mejor resultado de windsurf de la historia, supermotivada para seguir entrenando con la mirada puesta en Londres 2012.
Mis principales agradecimiento son para mi entrenador (Kim Lyghtgoe), por lo bueno que es y por las ganas e ilusión que le pone; al equipo pluri de la RFEV (Diego, Mª Carmen, Leo y Jane) y a todos los que me han seguido y dado ánimos en estos días tan importantes. Y, cómo no, a mis patrocinadores: Grand Krust, Movistar, Andalucía y Roxy. Gracias.