El responsable del Servicio de Mediación Intercultural de la Fundación Sevilla Acoge, Ousseynou Dieng, ha asegurado hoy que la Directiva Europea de Retorno, que se pondrá en marcha en los países de la Unión Europea en 2010, es la directiva de la vergüenza, ya que desprecia a los seres humanos y legitima un modelo que convierte a las personas que no tienen papeles en delincuentes, algo que no es admisible.
Dieng ha realizado estas declaraciones durante el curso de verano Inmigración y comunicación, que ha organizado durante esta semana el Centro Cultural Olavide en Carmona, junto a la Delegación del Gobierno de Sevilla de Políticas Migratorias de la Consejería de Gobernación, en el que ha participado en el taller La mediación intercultural en el periodismo.
Por este motivo, ha abogado por una política de cooperación e intercambio entre países que permita la instauración de un modelo económico y social de desarrollo, ya que el capitalismo favorece las desigualdades entre las personas. Al mismo tiempo, ha reclamado que la igualdad de derechos y oportunidades entre inmigrantes y autóctonos, para que el acceso a los recursos de los más desfavorecidos no sea tan difícil.
Con respecto a la labor que realiza en la Fundación, Ousseynou ha informado que los inmigrantes que más solicitan la ayuda de Sevilla Acoge son los provenientes de Bolivia, Ecuador, Marruecos, Argelia, Senegal, Mali, Gambia, Rusia, Rumanía o Armenia, entre otros. Lo más demandado, el servicio jurídico- laboral, para conseguir papeles y encontrar un trabajo, aclara.
Este senegalés, licenciado en filología inglesa, conoce de primera mano esta realidad, pues hace 14 años que se marchó de su país para mejorar mis condiciones y optar a una vida mejor, ya que las circunstancias por las que atraviesa Senegal no me lo permitían. Cuando llegó a España, me encontré totalmente desorientado y experimenté un cambio brutal. No tenía documentación, con lo cual no me daban trabajo y no podía ganar dinero. La única opción que me quedó fue la venta ambulante, afirma.
Cinco años después, logró obtener la documentación y encontrar trabajo en Sevilla Acoge, aunque todavía siente el rechazo de la gente: Los ojos de los demás te pueden decir muchas cosas, desde qué haces aquí, me estás quitando el trabajo, vete a tu país, yo valgo más que tú es muy duro convivir con todo esto, pero hay que aprender a sobrellevarlo, porque no nos queda más remedio, dice Ousseynou.
