Aunque algunos viesemos casi imposible realizar más de una actividad, además de la laboral, en las escasas 24 horas de un día, hay personas como Francisco Gallardo que no sólo pueden llevar adelante, como él, medicina, deporte y literatura, sino que la facilidad con la que parecen conjugarlo resulta abrumadora para el resto de los mortales.
Es la una del medio día cuando en un lugar tan emblemático como es el Puente de Triana me encuentro con Francisco Gallardo. Para aquellos que aún no lo conozcan, lo introduciré presentándolo, primero, físicamente. Francisco es un hombre alto, fuerte, moreno de piel, de mirada profunda y expresiva y con un tono de voz que bien podría tratarse de un locutor de radio.
Gallardo nació en 1958, en el barrio de San Lorenzo de Sevilla y su carrera profesional nos revela sus inquietudes y pasiones. Ha jugado al baloncesto durante más de dos décadas, pasando por la selección juvenil en los tiempos de Iturriaga, Romay y Epi. De su etapa como jugador nos ha recordado con gran cariño durante la entrevista su época de niño en los Maristas y los campeonatos escolares a los que asistió, aunque tampoco se le olvida mencionar nunca al Club Amigos del Baloncesto, precursor del Caja San Fernando.
Lo que más me ha marcado dentro del baloncesto fue la final de la Liga ACB del Caja San Fernando con el Barcelona. En un par de ocasiones llegamos a ser finalistas de la Liga ACB
Analizando el cariño con el que Francisco hablaba de su etapa como jugador de baloncesto y sabiendo que era algo que había dejado de lado para dedicarse a la medicina, preguntarle si tenía una espinita clavada era casi más que obligado. Sin embargo, Gallardo ha sido un hombre consecuente y me aseguró He sido muy consciente de mis limitaciones. Físicamente no era un jugador de muchos recursos y no hubiera llegado muy lejos.
Francisco Gallardo dejó el baloncesto para centrarse en sus estudios. Se licenció en medicina en la Universidad de Sevilla, estudiando durante veinticinco años la Medicina en Al- Andalus, pero se especializó en Medicina y Traumatología del deporte lo que le ha vuelto a vincular con el baloncesto trabajando como médico del Caja San Fernando durante doce años y, también, de la selección española.
Sin embargo, a pesar de los triunfos conseguidos en el mundo del baloncesto y de la medicina, no son ellos los que me llevan a reunirme con Francisco en un banco a la sombra de unos naranjos, bajo el puente de Triana. El rock de la calle Feria, su primera novela publicada y el gran éxito que está consiguiendo con la misma son los causantes de esta entrevista. Es la publicación de este libro lo que demuestra lo polifacético de nuestro personaje, que comenta con toda naturalidad que no es nada difícil conjugar medicina, deporte y literatura.
La medicina y el deporte se llevan muy bien. Cuando yo acabé, la medicina deportiva estaba en pañales en España, pero ya se está viendo la importancia que tiene. En cuanto a la literatura, para mi no supone ningún esfuerzo pasar del chip de médico al chip de escritor, es más, yo los veo bastante complementarios
Aunque asegura tener en mente el proyecto de escribir un libro cuyo eje gire en torno al baloncesto, por una especie de superstición ha preferido no hablar del tema. Por el contrario, El rock de la calle feria es una novela, género que más apasiona a nuestro escritor, sobre una época, la de los 70 en España, reflejada a través de un grupo de jóvenes que viajan hasta Ámsterdam para asistir a un concierto de Bob Marley. Es la historia de la Lola, uno de sus personajes, y del amor con Camus.
El personaje de la Lola me enamoró desde el principio Me aseguraba Francisco Recomendaría mi novela por el vacío literario que hay sobre la época. Existen ensayos pero no novelas. Ese es uno de los motivos que me llevó a escribirla.
Siendo su primera publicación no me pude resistir a preguntarle si pensó en algún momento en no publicarla Claro que lo pensé, yo no tenía la idea de publicar, fue después cuando vi que cabía la posibilidad de hacerlo hablando con la editorial y el editor que confiaban en mi. Además el escritor tiene que estar preparado para las críticas y para que te den visiones de tu libro que ni siquiera tu esperabas.
Una decisión de la que, seguro, no se arrepentirá nunca, ya que le ha llevado a numerosos reconocimientos no sólo sociales, sino también los personales y familiares Para mí, que soy un apasionado de la lectura, no hay mayor satisfacción que entrar en una librería y poder ver mi libro en las estanterías. Todo se justifica si consigues que algunos lectores, con tus historias, tengan sensaciones parecidas a las que tu has tenido con otros escritores
Un año escribiendo El rock de la calle feria, más el tiempo de autocorrecciones, le han valido a este polifacético sevillano para ganarse a la crítica, dentro y fuera de Andalucía. Desde Sevilla Press le deseamos todo lo mejor, esperando en breve poder hablar de la publicación de su segunda novela y recordándole a Francisco una frase que me dijo durante la entrevista y que bien le sirvió para dedicarme su primer libro Porque el talento es las ganas de hacer cosas.