Víctor Sada ha sido el base invitado a quien Aíto llevó a San Fernando. Después de firmar una fantástica temporada, en la que ha pasado de promesa a realidad, Sada aportó su frescura a los entrenamientos de la selección, mientras va conociendo un ambiente y unos métodos de trabajo de los que, a buen seguro, participará en un futuro. Es el último exponente del buen momento que vive España en la posición del base director de juego.
¿Qué tal la adaptación a un grupo bastante hecho como el de la selección española?
Bien, está yendo bien. Teniendo en cuenta que el grupo ya se conoce mucho, todo es muy fácil, y lo es más aún gracias al estlo de Aíto, que es muy agresivo sobre la cancha. Hemos avanzado día a día y hay que seguir por ese camino. Todos en este equipo son unos cracks dentro de la pista, y fuera son muy buenas personas, y eso es lo que hace que sea un equipo tan especial.
Tú partes como el cuarto base del equipo, por lo que tu trabajo no es tanto ponerte a punto para Pekín como ayudar en los entrenamientos.
Claro, en estas semanas en las que estamos en San Fernando se trata de ayudar al equipo. Lo mismo ocurre en los amistosos, hasta los descartes. En los primeros días, además, tuve un rol importante, dado que Calderón no podía jugar en el cinco contra cinco y debía ocupar su lugar.
A la hora de pensar en el campeonato, surge el combinado estadounidense como el principal rival por el oro, ¿cómo lo véis?
Así es, y dicen que en esta ocasión van en serio, con la mentalidad adecuada. Veremos como afrontan ellos los amistosos, cómo están luego en la competición. Es pronto para comprobar el nivel real del equipo, eso ya se verá durante los Juegos.