"Ahora que está de moda el thriller histórico, me gusta definir mi novela como fantasía histórica", sostiene Palma sobre los registros por los que se mueve su narración. El escritor, poseedor de un impresionante currículum literario en el que destacan el Premio Luis Berenguer de novela y el Tiflos, el Alberto Lista o el Cortes de Cádiz de cuentos, sitúa su trama por la fecha en que H. G. Wells publica La máquina del tiempo, una época en la que todo era posible. "Era un momento en el que se habían conseguido logros como el ferrocarril o el teléfono y la sociedad pensaba que podían conseguirlo todo", observa.
En este escenario en el que la fe en los progresos de la ciencia ve posible cualquier proyecto, se pone en marcha una empresa que permite a sus clientes viajar en el tiempo. El libro describe cómo diferentes personas abordan este invento: habrá quienes se traslasden al futuro movidos por la curiosidad y quienes regresen al pasado para intentar cambiar el rumbo de los acontecimientos. "Por ejemplo, uno de los personajes vuelve a 1888 para intentar salvar a su amada, que muere a manos de Jack el Destripador", anticipa Palma sobre su novela.
El Destripador no es el único personaje real de El mapa del tiempo, en cuyas páginas se mezclan las criaturas ficticias y las que tuvieron una existencia auténtica. El mencionado H. G. Wells, "secundario estrella" de la ficción, el hombre elefante John Merrick o Henry James asoman en algún punto de la trama.
Palma, que se muestra entusiasmado por suceder en el Premio Ateneo a otros ganadores como Felipe Benítez Reyes, Fernando Marías o Espido Freire, considera que su última creación es "un trabajo mucho más ambicioso", en el que ha trabajado especialmente la documentación porque "en los viajes en el tiempo hay que cuidar mucho los detalles".
Por su parte, la madrileña Rebeca Tabales ha compuesto en Eres bella y brutal un libro "intimista, de pequeñas historias". Por la trama desfilan tres personajes: una niña superdotada que estudia en un colegio católico y que tiene el proyecto de escribir una enciclopedia en primera persona; un fraile a través del cual el lector conoce la barbarie de la guerra en Ruanda, y una monja, profesora de la primera y hermana del segundo, que ejerce en la ficción de nexo entre los otros dos protagonistas.
Tabales explica así el título de su ópera prima: "Hay algo en esos tres personajes que necesita encontrar algo terrible para ver belleza. La niña, por ejemplo, se obsesiona con otra compañera, alguien que empieza a tener éxito con los chicos, fascinada con lo más brutal, lo más simple, lo que más se acerca a la naturaleza. Hará falta un aprendizaje para que descubra que no todo es tan simple".
La autora, licenciada en Psicología y especializada en Neurolingüística, había desempeñado hasta ahora "labores de teleoperadora, de camarera", trabajos que le permitían "llegar a casa después y ponerme a escribir". Pese a que hace unos años Tabales publicó versos suyos en antologías y revistas, "la poesía fue una época, la narradora empezó a empujar y por ahora ha ganado".